Los límites que existen en las mentes de algunos, no existen para personas como María Sánchez de Lamadrid, una chica de 20 años con síndrome de Down y las ideas muy claras que lanza un mensaje sin ambages a la gente que aún tiene «prejuicios» hacia las personas que nacen con trisomía 21: «Somos personas normales y corrientes».
Ella vive con sus padres y sus dos hermanos. Es alumna de segundo y último curso de Programas Profesionales en Servicios Administrativos del Centro de Educación Especial María Corredentora y en estos momentos está haciendo las prácticas laborales en un Centro Ocupacional. «Trabajo un montón, pego pegatinas, hago nudos en mochilas. Llevo tres meses y estoy contentísima», asegura la joven que, en el futuro, desearía ser «abogada, peluquera, empresaria y escritora».
En su tiempo libre, le gusta «bailar, hacer coreografías, ver películas» con su familia o salir a cenar, y con sus amigos y amigas, que tiene «un montón», le gusta ir «al cine, a discotecas, karaokes y boleras».
Respecto a las dificultades que se encuentra en su día a día, María explica que le cuesta «subir escaleras» pero, por lo demás, asegura que lo hace «todo sola», también desplazarse de un lugar a otro «en metro y autobús».
Con motivo del Día Mundial del Síndrome de Down, que se celebró ayer, diferentes asociaciones lanzaron campañas de sensibilización y de agradecimiento.
Precisamente, desde el Colegio María Corredentora y la Fundación Garrigou invitan a unirse al reto de los «calcetines desparejados» subiendo a las redes sociales una fotografía con calcetines de distintos colores para celebrar la diversidad. Por su parte, la Fundación Adecco inició una campaña protagonizada por el primer diplomado europeo con síndrome de Down, Pablo Pineda, que hace un alegato por la inclusión laboral de las personas que nacen con trisomía 21, ya que actualmente solo trabajan un 7 por ciento de ellas. Pineda pone voz con su intervención a las dificultades que encuentran en el mercado laboral y su voluntad de estudiar, trabajar y ser independientes.
Gracias a la colaboración de más de 30 empresas y con el importe recaudado de la iniciativa, se apoyará la Cantera de Talentos, una escuela de formación y encuentro social dirigida a mejorar la empleabilidad de afectados con síndrome de Down.
El director general de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero, destaca que «a pesar de los importantes avances acontecidos en los últimos años, las personas con discapacidad intelectual, y concretamente aquellas con síndrome de Down, se enfrentan a un doble estigma que merma sustancialmente sus oportunidades de empleo».