Luka Modric y la esencia del juego

Diego Izco (SPC)
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El croata, «inmortal» para Ancelotti, da otra lección de fútbol en Balaídos en el 'día uno' sin Casemiro. Lewandowski encontró los goles que le faltaron en el estreno: el duelo ante Benzema está servido

Modric (i) y Vinícius se felicitan tras un gol. - Foto: ISABEL INFANTES

En dos semanas cumplirá 37 años. Es la edad a la que muchos mitos del pasado ya estaban felizmente jubilados, echando barriga y contando billetes. Pero Luka Modric es, en apariencia, incombustible. «Inmortal», dijo Ancelotti en la rueda de prensa tras el 1-4 en Balaídos, plaza en la que el croata impartió la enésima cátedra de fútbol. Cómo controlar la pelota, cómo soltarla en el momento exacto, cómo curvar el pase o el tiro para que alcance el objetivo, bien sea la bota del compañero a la carrera o las redes junto a la escuadra. La ovación del público vigués es la primera del curso y no será la última: cuando los genios se acercan a esas edades, el buen aficionado percibe con angustia la cercanía de una retirada. Y disfruta con cada gesto.  

Doblete

Robert Lewandowski había marcado al menos un gol en su estreno liguero en las últimas siete temporadas. Falló a la octava, pero se resarció en la segunda fecha:festejó su cumpleaños con el tanto más tempranero de su carrera (apenas 44 segundos) y anotó un segundo a pase de Ansu Fati. La mejor noticia para el polaco es que el 'diez' crezca como futbolista:la asistencia de tacón a Dembélé en el segundo y la dejada al propio Lewandowski en el tercero (más la suma del cuarto) hablan de un futbolista especial conforme se acerca a la portería rival:donde otros se achantan, el 'niño' se agiganta. 

Sin capitanes

Por cierto, en Anoeta Xavi lanzó un mensaje: ninguno de los cuatro capitanes (Busquets, Piqué, Sergi Roberto y Jordi Alba) estuvo en el once inicial. Fue Ter Stegen quien llevó el brazalete ante tanta ausencia. En una época de rebajas salariales, de contratos opacos y 'palancas' salvadoras, el club debe evitar las habituales guerras intestinas que cíclicamente destrozan al Barça. Enrarecer el ambiente es una de las especialidades azulgranas, algo que no sucede desde hace tiempo en Madrid, donde se va el tipo del equilibrio (Casemiro) y no pasa nada...