El juez aprecia indicios de un delito de maltrato animal en el ahorcamiento de la galga Duna el año pasado en Tajonar. El magistrado ha dictado un auto en el que se recogen los hechos y se señala que el acusado habría aprovechado que la perra se había alejado de sus amos mientras hacían un ejercicio de entrenamiento para cargarla en su furgoneta y llevársela a su finca.

Acto seguido se habría dirigido a la finca de su madre en el mismo Tajonar y, con el fin de infligir sufrimiento al animal, lo habría ahorcado causándole, dice, una muerte agónica. Estos hechos, recabados a partir de los testimonios de los denunciantes y testigos, informes periciales y técnicos y la inspección policial, constituirían ese delito de maltrato animal, castigado con una pena de hasta 18 meses de cárcel.

Ahora los denunciantes deben solicitar la apertura del juicio oral formulando el escrito de acusación en un paso más de un caso que levantó mucho revuelo y que acabó incluso con manifestaciones ante la panadería del acusado en Noáin.