La crítica proporcionó una excelente acogida a Dead Space en su lanzamiento inicial en 2008 y los jugadores lo respaldaron con un millón y medio de ventas el primer año, el éxito suficiente para que saliesen dos capítulos nuevos. EA Redwood Shores (ahora Visceral Games) desarrolló un juego innovador en varios aspectos que lo convertían en un adelantado a su tiempo y sorprendente en la creación de un mundo inquietante y aterrador.
La historia comienza cuando llega un equipo de mantenimiento a la nave transportadora de minerales USG Ishimura para ver por qué se ha perdido el contacto con ella. La nave parece vacía pero no tardan en descubrir la presencia de unos seres que les atacan. El ingeniero Isaac Clarke deberá entonces luchar contra los peligros que hay en cada rincón de la Ishimura mientras descubre qué causó la aparición de esos monstruos y el fin de la tripulación de la nave.
Con estos materiales tan actuales, EA Motive podía haberse limitado a una limpieza gráfica del juego y realizar algunos cambios, pero el estudio ha rehecho el primer Dead Space para crear un juego que mantiene la esencia del original, pero se percibe como moderno, ha rediseñado fases enteras y remodelado todos los personajes, mejorado los controles, incluido nuevos puzles y ampliado la historia, todo ello aprovechando las capacidades actuales de las plataformas (ha salido en PC, PS5 y Xbox Xeries X|S)
El terror regresa a la IshimuraLa soledad del personaje en un mundo hostil y casi siempre en espacios pequeños en el que el silencio -roto por algunos sonidos- anticipaba la tensión y canalizaba de manera espléndida el terror de los necromorfos, unas mutaciones humanas, y esta sensación no se rompe aunque ahora Clarke hable de vez en cuando, poco más que gritar o decir alguna palabra malsonante.
La historia evolucionaba para incluir algunas de las situaciones más temidas por el ser humano combinadas y que ahora se desarrollan más en algunas misiones secundarias.
Dead Space introdujo también la interesante novedad de tener que desmembrar al enemigo para frenar su avance y poder acabar con él.
El terror regresa a la IshimuraOtro de los puntos en los que Dead Space marcó camino fue en la interfaz. Mientras que otros juegos luchaban para mostrar una pantalla limpia de cifras, objetos y barras de vida Dead Space limitó toda la información durante el juego al traje del protagonista, que incorporaba en su columna vertebral la vida del personaje y proyecciones holográficas para navegar por el inventario, lo que potenciaba la inmersión del juego.
En las zonas sin gravedad solo se podía saltar de un punto a otro en el juego original, pero ahora se han rehecho para adaptarlas al movimiento libre, lo que permite cambios en los puzles y los enfrentamientos. Técnicamente, el juego tiene un aspecto propio de cualquier gran producción, sin zonas de carga y con unos gráficos creados desde cero excelentes. Aunque el remake salió con algunos problemas gráficos, EA ha sacado esta misma semana un parche que los soluciona.
El remake ha resultado ser un acierto al innovar sobre un juego que fue rompedor. Los jugadores que recuerden todavía el primer Dead Space van a redescubrirlo con los eventos aleatorios que pueden sorprender al jugador en cualquier momento y los que realicen ahora su primer acercamiento a la serie comprobarán por qué se habla de ella con aprecio y respeto.