Las hormonas tiroideas están hechas a partir de yodo, un elemento que no se produce en nuestro cuerpo. Para que una glándula tiroidea sana pueda hacer su trabajo y producir hormonas de forma correcta, debe recibir un aporte suficiente de yodo con la dieta. Para garantizar un consumo suficiente de este mineral, se recomienda que la población consuma poca sal, pero que esta sea yodada, en lugar de sal común de mesa.