Los de Jagoba Arrasate están cuajando un gran campeonato en el que las buenas prestaciones de la defensa han aportado seguridad al equipo. El ofensivo lateral acumula 2.298 minutos disputados a lo largo de las 29 jornadas que han transcurrido. Tan solo se ha perdido dos citas, una por sanción y otra por suplencia.

El de El Campello ha llevado la voz cantante en esa posición de forma holgada gracias a un juego atrevido y veloz que acompaña aplicándose en defensa junto al resto de compañeros. Braulio Vázquez fichó a Jesús Areso para hacerle la competencia, pero una lesión del canterano rojillo llegado desde el Athletic de Bilbao ha obligado a Vidal a exprimirse al máximo. La tercera opción es la de Ramalho, pero Arrasate parece que no confía en dar la alternativa al de Barakaldo.

El curso pasado, el jugador de 27 años jugó los mismos partidos hasta la fecha, 27 de 29. Es en el tiempo disputado donde está la diferencia respecto a este año, 1.810 minutos. La razón se debe a Facundo Roncaglia, el que fuera su socio de demarcación. El argentino, muy del gusto de Arrasate, tuvo su protagonismo en los onces de su entrenador hasta que cayese lesionado a finales de enero. A partir de ahí, Vidal no soltó la titularidad.

En la vuelta del equipo a Primera División, la campaña 19/20, Nacho encaró su primera experiencia en la máxima categoría. Roncaglia y él fueron los dueños del costado diestro. Se repartieron las apariciones y el canterano valencianista jugó en 21 de las 29 primeras jornadas con 1.670 minutos, siendo uno de los destacados.

Hay que remontarse hasta el año del ascenso para ver su segundo mejor promedio. Puso a prueba sus carreras en 27 de las 29 primeras ocasiones con 1.948 minutos totales. Causó una gran sensación por aquel entonces y Osasuna vio en él un proyecto a futuro con tintes de pieza importante y, actualmente, es un pilar fundamental.

Restan 9 partidos para el final de liga y el técnico de Berriatua deberá valorar si dar descanso a uno de sus pupilos más utilizados o si, por el contrario, prefiere ir a por todas con la idea de quedar lo más arriba posible con su primera línea.