Serbia avisa que "nunca será parte de la histeria antirrusa"

EFE
-

El Gobierno defiende que es el único europeo que no se ha sumado a las sanciones internacionales contra Rusia por la invasión de Ucrania e insiste que no va a olvidar el apoyo que recibe del Kremlin en las instituciones internacionales

Un hombre sostiene una bandera serbia y rusa unida durante una protesta prorrusa en Belgrado - Foto: EFE/EPA/ANDREJ CUKIC

El ministro serbio del Interior, Aleksandar Vulin, prometió hoy al embajador de Rusia en Belgrado, Alexander Botsan-Kharchenko, que Serbia "nunca será parte de la histeria antirrusa" y que no olvidará el apoyo internacional que le brinda Moscú.

Vulin, el ministro más prorruso del Gobierno serbio, afirmó tras reunirse hoy con el embajador que su país es el único de Europa que no se ha sumado a las sanciones internacionales contra Moscú por la invasión de Ucrania.

El ministro dijo que su país no permitirá que "se arrebate la propiedad de los ciudadanos de Rusia", en una aparente referencia a las sanciones que muchos países han dictado contra oligarcas rusos.

Además, acusó, sin aportar detalles ni decir dónde ha ocurrido, que en esa "histeria antirrusa" se está expulsando a niños rusos de colegios y borrando a escritores y científicos rusos de los manuales.

Vulin insistió en que "Serbia, liderada por (el presidente) Aleksandar Vucic", no va a olvidar el apoyo que recibe de Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, en las instituciones internacionales.

El ministro serbio recordó que Rusia vetó en 2015 una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que recordaba el genocidio cometido en 1995 por tropas serbobosnias en la ciudad de Srebrenica, donde fueron exterminados 8.000 musulmanes durante la guerra civil bosnia.

Rusia también apoya la postura de Serbia de no reconocer la independencia unilateral que su antigua provincia de Kosovo proclamó en 2008.

Serbia, candidato el ingreso en la Unión Europea (UE), ha condenado la invasión rusa de Ucrania, iniciada hace casi un mes, pero no se ha sumado a las sanciones impuestas a Rusia.

Belgrado quiere mantener estrechos vínculos con su tradicional aliado, que le suministra energía, y por el que siente gran simpatía parte de la población, que no olvida los bombardeos de la OTAN que sufrió el país en 1999 para detener la represión del entonces régimen autoritario serbio contra los albaneses en Kosovo.

Serbia es uno de los pocos países de Europa donde ha habido manifestaciones en apoyo a la invasión rusa de Ucrania y contra "los globalistas y colonizadores" de Occidente, aunque también se han celebrado marchas de apoyo a Ucrania.