El navarro Jesús Areso ha sido la gran novedad. Cayó lesionado de gravedad el pasado mes de diciembre durante un entrenamiento en el que se fracturó el extremo distal del peroné derecho.

En silencio, el de Cascante ha trabajado a diario para volver a contar para su entrenador lo antes posible. Ha completado la primera parte y se irá incorporándose de manera gradual.

García y Cruz han hecho lo propio con la idea de ir cogiendo ritmo para poder llegar al próximo choque liguero que el equipo disputará en Elche el 1 de mayo. El delantero sufrió una lesión fibrilar en el bíceps femoral de la pierna izquierda, mientras que el lateral, reconvertido a central este curso, trata de superar una rotura muscular en el aductor derecho.

A diez días de medirse al conjunto ilicitano, Arrasate ve cómo su plantilla comienza a recuperarse para encarar las últimas cinco jornadas con todos sus recursos. El técnico quiere finalizar lo mejor posible la temporada y espera no aminorar el ritmo de las últimas citas.

La mitad de los integrantes de Osasuna han llevado a cabo una suave sesión un día después plantar cara al líder en El Sadar para acabar cayendo con honor. Los futbolistas que más minutos acumularon ayer han soltado piernas durante unos minutos, mientras que el resto ha completado un entrenamiento exigente con ejercicios de técnica, posesión, finalizaciones y fútbol.

El técnico rojillo ha decidido dar cuatro días de vacaciones a unos jugadores que se reincorporarán al trabajo el próximo martes para comenzar a preparar el duelo ante el Elche.