El Grupo Wagner abre centros de reclutamiento en Rusia

Agencias
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Expertos de la ONU denuncian que el ejército mercenario está alistando a presos tanto rusos como de otras nacionalidades, que sufren frecuentes amenazas y maltratos por parte de sus superiores, lo que podría constituir un crimen de guerra

El Grupo Wagner ha abierto un centro en San Petersburgo - Foto: IGOR RUSSAK

El Grupo Wagner, una organización de mercenarios afines al Kremlin e implicada en la ofensiva militar en Ucrania, ha anunciado la apertura de centros de reclutamiento en 42 ciudades de Rusia, en busca de nuevos combatientes que quieran "defender a su país y a sus familias".

El jefe de este grupo, el oligarca Yevgeni Prigozhin, ha llamado por seguir combatiendo frente a la "colosal resistencia" que ha reconocido a las Fuerzas Armadas de Ucrania, contra las que los mercenarios de Wagner combaten en zonas estratégicas como la ciudad de Bajmut, en la región de Donetsk.

Prigozhin ha llamado a seguir combatiendo pese a los "palos en las ruedas", después de varias semanas en las que ha cargado directamente contra altos cargos de la élite política rusa por la falta de munición en el frente ucraniano, según un comunicado publicado por su oficina de comunicación en Telegram.

El oligarca ha reconocido este viernes los esfuerzos para aumentar la producción de municiones, pero ha reconocido que hay escasez generalizada, que también afecta a los militares integrados en las Fuerzas Armadas rusas. "No solo mis hombres están muriendo, por supuesto", ha señalado.

Al anunciar su despliegue en Ucrania, el Grupo Wagner inició una campaña de reclutamiento basada principalmente en las cárceles. Los servicios penitenciarios rusos notificaron entre septiembre y noviembre un descenso de 23.000 personas en la población carcelaria, mientras que entre un noviembre bajó en otros 6.000 más.

La Inteligencia británica advirtió a principio de febrero de una aparente ralentización en el reclutamiento de presos. Sobre la cantidad de efectivos de los que dispondría el Grupo Wagner, esta misma fuente habló a finales de enero de "hasta 50.000".

Crímenes de guerra

El reclutamiento de prisioneros en Rusia podría constituir un crimen de guerra, según han denunciado expertos de la ONU.

"Nos preocupan profundamente las informaciones sobre visitas de miembros del Grupo Wagner a distintos centros de detención de Rusia, donde ofrecen indultos a prisioneros a cambio de participar en la guerra de Ucrania y de un salario mensual para sus familiares", indicaron los expertos en un comunicado.

Los reclutamientos se llevan a cabo con prisioneros tanto rusos como de otras nacionalidades, en ocasiones bajo amenazas e intimidaciones, y sin que los presos tuvieran acceso a sus abogados o contacto con sus familiares durante sus conversaciones con los miembros de Wagner, indicaron los expertos.

Los reclutas son al parecer llevados a un centro de detención en la región de Rostov (cerca de la frontera ucraniana) donde son entrenados antes de ser enviados a Ucrania, sin documentos de identificación y tras firmar bajo coacción un acuerdo con Wagner.

En el comunicado, los expertos indicaron que este tipo de reclutamientos parece haberse extendido a prisiones en la región ucraniana de Donetsk, parcialmente controlada por los invasores rusos.

Las informaciones obtenidas por los expertos de Naciones Unidas indican que estos reclutas han sido desplegados tanto en la mencionada Donetsk como en Lugansk, estando a cargo de diferentes misiones que incluyen participación directa en enfrentamientos armados pero también labores de reconstrucción de infraestructuras.

"Se sospecha que han participado en violaciones de los derechos humanos perpetradas en el contexto del actual conflicto en Ucrania, incluyendo desapariciones forzadas de soldados ucranianos", subrayaron.

También denunciaron que estos reclutas provenientes de cárceles sufren frecuentes amenazas y maltratos por parte de sus superiores, algunos de ellos públicamente a modo de advertencia para sus compañeros, mientras que algunos que intentaron desertar fueron ejecutados.

"Ese tipo de prácticas son violaciones de derechos humanos que podrían considerarse crímenes de guerra", advirtieron, urgiendo al Gobierno ruso a "proteger a los detenidos de la violencia, la explotación y la intimidación".

Entre los firmantes del comunicado figuran los miembros de Grupos de Trabajo de la ONU para mercenarios, sobre desapariciones forzadas, y los relatores especiales para ejecuciones arbitrarias (Morris Tidball-Binz) y para la tortura (Alice Jill Edwards).

El Grupo Wagner también actúa o actuó en el pasado en numerosos conflictos en el continente africano, desde Libia a Mali pasando por la República Centroafricana; también hay constancia de su participación en la guerra civil siria, y hay sospechas de que ha llegado a actuar en Venezuela.