Gerard Piqué es un empresario, un estupendo central, un polemista, un tipo inteligente y también otro alocado, es el profesional comprometido, el díscolo y el que llama la atención, el provocador con cabeza, generador de contenido, objetivo de los paparazzi, el niño que llama la atención o el adulto que la reclama… Todos esos 'Piqués' habitan en un mismo cuerpo de 35 años y 194 centímetros que no pasan desapercibidos.
En estos momentos de zozobra económica y regeneración deportiva, el Barça en general, Xavi en particular, necesitan peones o figuras de perfil bajo. En lo personal y en lo salarial, seguro; y puede que también en lo deportivo: buen físico, compromiso férreo, todos los sentidos puestos en el terreno de juego. En esta ecuación y con estos condicionantes, Piqué no encaja, por eso ha trascendido la charla de hace dos semanas entre el técnico y el '3' azulgrana en la que le hizo saber su descontento por la ecléctica que el año que viene tendrá muy difícil jugar si continúa estando más pendiente de su vida empresarial que de la deportiva.
Las dos caras de Piqué, central y empresario, conviven en armonía mientras los resultados acompañan. Tras una campaña mediocre y en un momento delicado para el jugador, esa convivencia se complica: Xavi, que le conoce humana y profesionalmente, lo quiere 100 por 100 centrado en el fútbol. Se trata de un líder cuya total implicación habría resultado fundamental en la temporada post-Messi, pero el cuerpo técnico y la directiva han echado de menos su peso y ascendencia en el vestuario.
Los negocios
En octubre de 2021 presentó, junto al 'streamer' Ibai Llanos, la organización del primer Mundial de Globos (un juego mano a mano en que el que hay que intentar que un globo no toque el suelo, así de tonto… así de exitoso). Dos días antes, el Barça había perdido con el Atlético y era octavo en la tabla. Las 'risas' de lo primero eran claramente incompatibles con lo segundo.
Lo de los 'globitos' es solo una pequeña punta del enorme iceberg empresarial que ha montado Gerard Piqué, un tipo con iniciativa, instinto y ese amor por el riesgo que se puede asumir con un buen colchón de seguridad detrás. Kosmos es el núcleo de todo, la empresa que creó en 2017 después de pagar 10.000 dólares por asistir a un máster económico en Harvard: cuatro días en los que la mediática profesora Anita Elberse resume un curso entero que lleva el título de 'El negocio del entretenimiento, los medios y los deportes'. Exactamente un año antes, el catalán había mediado entre el Barça (Bartomeu) y Rakuten (Hiroshi Mikitani, cuya fortuna está estimada en 4.500 millones de euros) para unir los caminos de club y empresa en forma de patrocinio. No cobró ni un solo euro de comisión… pero el 'gusanillo' del negocio a grandísima escala ya había envenenado las arterias del jugador.
Con tres socios multimillonarios, Piqué ha irrumpido con fuerza en el tenis (la revolución en la Copa Davis, en pocas fechas y en una sede única: Madrid), en los 'eSports' a través de KOI (en alianza con Ibai), en la producción audiovisual (suyo fue 'La Decisión', el documental en el que Griezmann anunciaba que renovaba por el Atlético), en los derechos televisivos (adquirió para España los de la Liga francesa o los de la Copa América, retransmitida por el propio Ibai a través de Twitch)… y en el fútbol, claro: la organización de la Supercopa de España en los Emiratos Árabes, ensuciada este año por las filtraciones de conversaciones entre él y el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, y que provocaron una de las polémicas que precipitaron todo lo que ha sucedido en las últimas semanas en el Barcelona.
Si Kosmos es el núcleo, la marca Kerad representa los satélites incluso desde antes de la aparición de Mikitani en su vida: fundó Kerad Holding (negocios inmobiliarios, algunos tan llamativos como la adquisición de un solar y construcción de un hotel de lujo en Málaga), Kerad Games (videojuegos), Kerad Project (imagen), Kerad 3 (sociedades de inversión)… Incluso está en el sector alimentario (Bas y Natrus), bebidas energéticas (426 Miles), moda (gafas Kypers), se atrevió con Periscope, con directos en Twitch, con colaboraciones en 'The Players Tribune' y un larguísimo etcétera que, según Xavi, Laporta y sus asesores, le impiden rendir como debería sobre el césped.
El jugador, ya en la recta final de su carrera, quiere exprimirla al máximo y hacerlo en condiciones (sin las molestias en el aductor izquierdo). Estaría dispuesto a alejarse de sus negocios y delegar durante un par de temporadas, centrarse en el Barça, reducir o aparcar sus apariciones públicas, bajarse la ficha y lavar su imagen, en su peor nivel histórico de popularidad… y eso que lleva siendo uno de los 'enemigos oficiales' de determinados sectores desde la 'manita' que mostró tras el 5-0 sobre el Real Madrid (2010).