Tras cuatro cursos en el club burgalés, donde ha desarrollado las cualidades que le han hecho regresar a su equipo, Elustondo pondrá al servicio de Quique Domínguez su 187 centímetros y 89 kilos para aportar a un club en claro crecimiento, tanto de central como de lateral.

Forjado en la cantera de Anaitasuna desde los 9 años, Elustondo conoce perfectamente la filosofía del conjunto pamplonés y regresa con el ánimo de demostrar su crecimiento y su polivalencia.

"Es un paso importante en mi carrera deportiva, porque vuelvo a jugar en la máxima categoría y en la catedral del balonmano navarro", ha dicho Elustondo en declaraciones facilitadas por el club sobre su llegada.

El joven central considera que puede "aportar en diferentes posiciones tanto en ataque como en defensa. Llego al equipo con la intención de ayudar y de aportar en todo lo posible, aunque, después, será el entrenador el que defina lo que espera de mí".

Ha hablado del interés puesto durante estos últimos años en Anaitasuna por su parte: "se aprecia que, año a año, en el equipo han ido dando pasos que se han traducido en los resultados tanto deportivos como en la mejora de la estructura. Han creado un proyecto muy sólido y tienen las ideas muy claras".