El modelo 2+1 es "una solución testada internacionalmente", dice el Ejecutivo foral, que recuerda entre sus ventajas el hecho de que "suprime el 100% de los adelantamientos con circulación en sentido contrario sin perjudicar a la velocidad media de recorrido".
Además "reduce de forma muy significativa el riesgo de colisión frontal, ya que los adelantamientos se realizan de forma despejada, y no produce un gran efecto llamada para el tráfico pesado".
Tanto el Ministerio como la consejería navarra han coincidido también en que la vía 2+1 "destaca por su buena relación coste-eficacia, en comparación con otras posibles opciones" ya que “el coste de la construcción de una autovía rondaría los mil millones de euros y la conversión total de la N-121-A en una vía 2+2, superaría los 800 millones”.