El presidente chileno, el conservador Sebastián Piñera, decidió salir ayer al paso de la polémica generada en el país a raíz de la ley de indultos conmutativos a la que podrían acogerse militares condenados por violaciones de Derechos Humanos (DDHH) para cumplir su condena en casa.
«Las personas que son enfermos terminales, que se están literalmente muriendo de enfermedades gravísimas (...) creo que tienen derecho a una muerte con dignidad. Pero no solamente los condenados de Punta Peuco; esto no distingue por crimen», defendió en una entrevista publicada en un rotativo chileno.
«Una persona que esté condenada por crímenes de Derechos Humanos o de cualquier naturaleza que se está muriendo, yo creo que debiésemos darle el beneficio de que se muere en su casa», subrayó el mandatario.
Sin embargo, la presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, Alicia Lira, mostró su rechazo ante esta posibilidad: «No estamos de acuerdo ni aceptaremos que salgan ni por la pandemia ni porque sean unos pobres viejitos». «Tienen una cárcel especial en la que no están hacinados, que tienen recreación y tienen el mejor hospital de Chile, que es el Hospital Militar o de Carabineros», destacó.
Por su parte, el diputado socialista Jaime Naranjo convocó al ministro de Justicia, Hernán Larraín, para que clarifique la realidad que viven aquellos encarcelados que se encuentran cumpliendo condena en Punta Peuco. «Frente a la operación política disfrazada de humanitaria para intentar beneficiar a criminales de lesa humanidad he oficiado al ministro de Justicia para que detalle el número de reos que se encuentran cumpliendo su condena en el Penal de Punta Peuco», detalló el legislador. «El país podrá saber cuántos criminales de lesa humanidad se pretende liberar en esta operación política disfrazada de humanitaria a través de este indulto indigno», argumentó.
Hace aproximadamente un mes la Corte de Apelaciones de Santiago declaró como «inadmisible» un recurso de amparo presentado por 29 militares retirados condenados por violaciones de Derechos Humanos que pedían cumplir sus penas con arresto domiciliario debido a la epidemia de coronavirus porque no hay derechos constitucionales conculcados.
Un paseo muy criticado
Esta polémica no es la única a la que ha debido hacer frente el mandatario en los últimos días, después de que el pasado viernes decidiera dar un paseo, a pesar de la cuarentena.
«Hoy, regresando a mi casa, pasé por Plaza Baquedano, me bajé un par de minutos a saludar a un grupo de Carabineros y Militares que ayudaban a dirigir el tránsito, me saqué una foto y continué mi camino», explicó en Twitter.