En la declaración aprobada se afirma que estas amenazas "suponen un grave ataque a su persona y además persiguen alterar el libre ejercicio de la actividad política".
La declaración, presentada con carácter de urgencia por el grupo municipal Navarra Suma y a la que se han unido el resto de grupos municipales, tiene su origen en el hackeo el lunes de la cuenta oficial de la Universidad Pública de Navarra en Twitter, donde se vertieron amenazas de muerte sobre el alcalde.