Osasuna Magna sumó su segunda victoria consecutiva al imponerse por la mínima en el derbi navarro celebrado este martes por la noche en el Ciudad de Tudela. Un gol de Fabinho a dos minutos para el final supuso el triunfo de los de Pamplona en su visita a la capital ribera. Fueron los locales quienes llevaron el peso del partido en todo momento y dispusieron de suficientes ocasiones como para marcar. Sin embargo, la falta de acierto acabó permitiendo que Osasuna Magna pudiese llevarse el triunfo con un gol al final.
Desde un primer momento se pudo ver a un Aspil Jumpers dominador, que buscaba robar en pista contraria encerrando al Xota. Por su parte, los verdes optaban por jugar a la contra, aprovechando la velocidad de jugadores como Bynho. Javier Minguez tuvo la primera ocasión destacada del partido, llegados al minuto 10, en la que Asier Llamas detuvo el potente disparo local tras quedar muerto un balón en la frontal. También Javivi buscó fortuna desde fuera del área y de nuevo se toparon con el meta de Irurtzun. Terry también dispuso de otra gran llegada, pero tras recibir el balón de Gabriel, su disparo lo mandó a córner de nuevo Asier Llamas, que lograba mantener intactas las opciones de los suyos. Por parte del Xota apenas había llegadas con peligro, más allá de balones largos ante los que Gus se mostraba muy atento. Sin embargo y tras un tiempo muerto de Imanol Arregui, Mancuso y Fabinho metieron el miedo en el cuerpo de los locales en una acción en la que les faltó entendimiento, ya que tenían a Fabinho libre de marca para anotar. Con ese susto local se llegó al descanso.
Tras el paso por vestuarios ambos equipos saltaron a la pista con mucho ritmo. Se notaba que había en juego un derbi navarro. También el gran ambiente de “La Caldera” invitaba a ello. Todo un partido de Primera División.
Mancuso rozó así el 0-1 al primer minuto de juego, pero Gus anduvo especialmente acertado para evitarlo. El meta local evitó que entrase a gol un disparo a bocajarro del jugador brasileño de Xota. Tras esa acción Pablito Ibarra y David también pusieron a prueba a Asier Llamas, que poco después veía cómo Dani Martín no llegaba a rematar un pase al segundo palo.
Con el paso de los minutos la posesión seguiría siendo del Ribera Navarra, pero poco a poco Osasuna Magna se iba a mostrar más cómodo en defensa. Por momentos faltaban ideas en el cuadro local ante el gran trabajo defensivo de los de Irurtzun.
Ya en el tramo final, Imanol Arregui solicitó tiempo muerto, tras el cual y restando cinco minutos para la conclusión, apostaba por jugar con Tony como portero jugador. Así Fabinho en el 38 estuvo muy cerca del gol en un primer remate, que ya en la siguiente acción recibiría un balón interior de Mancuso y lograría anotar el único gol del partido. Esa acción fue consecuencia de un pequeño desajuste local que Osasuna Magna supo aprovechar. Muy certero el equipo verde ante un Ribera que reaccionaba inmediatamente con su portero jugador. Sin embargo, la férrea defensa visitante y el escaso tiempo para poder reaccionar, acabó sentenciando a los locales.