Dejábamos a España exhausta tras el suplicio de cuartos ante Paraguay y tocaba Alemania, casi nada, máxima goleadora del campeonato que había pasaportado a Inglaterra y Argentina con cuatro goles por cabeza. Y la Roja enseñó al planeta que ya nunca más sería 'Furia'. 
Casillas, Puyol, Piqué, Ramos y Capdevila; Xabi, Busquets, Xavi e Iniesta; Villa y Pedro. Ése fue el once que le dio una soberana tunda a la selección germana sobre el pasto de Durban aquel 7 de julio de 2010 hasta que Puyol llegó en avioneta para hacer justicia. Una jugada ensayada en el Barça: Xavi sacaba de esquina, Busquets bloqueaba y los centrales atacaban el espacio entre el primer palo y el punto de penalti. Piqué se relamía, pero 'Puyi' ametralló de cabeza la portería de Neuer. Nadie midió jamás a qué velocidad entró esa pelota: pocas veces se cabeceó con esa fuerza. 

Ejemplo mundial

Joachim Löw, enamorado del fútbol primero y seleccionador alemán después, se deshizo en elogios a España en la zona mixta: «Hicimos un gran torneo, pero hoy España fue mucho mejor. Son tan buenos que te llevan al límite, hacen correr el balón de tal manera que estás todo el partido corriendo tras él. Ganarán el Mundial, casi seguro». El técnico de Schönau tomó ejemplo y aplicó el manual español en Brasil'14:campeona sobrada, merecidísima, y con la gloria de haberle hecho aquel 1-7 histórico a los anfitriones en semifinales. El don de inspirarte en el enemigo para el futuro... 

Poderosa holanda

En la gran final aguardaba Holanda, hoy Países Bajos de forma oficial. Un día antes del vuelo de Puyol, a Uruguay se le escapaba la final por la gatera: en apenas tres minutos, Sneijder y Robben (minutos 69 y 72) liquidaban unas semifinales parejas. Del 1-1 al 1-3. El postrero gol de Maxi Pereira (m. 91) fue mero maquillaje: la Oranje se convertía en el único equipo invicto del torneo y en justísima finalista. Tercera vez tras las dos 'platas' de 1974 y 1978 y una condición de antemano: habría un ganador inédito. 

Cuatro fotos

Era 11 de julio de 2010, Soccer City de Johannesburgo. Última cita del Mundial del del 'Waka-waka', las vuvuzelas y el 'Jabulani', un balón  tortura para los porteros. Holanda-España, un partido que se jugó 1.000 veces en la cabeza del aficionado español antes de comenzar y que se ha jugado durante una década después. Son 1.000 las fotografías que quedan de aquel día de gloria, cuatro en la retina de casi todos: el plantillazo al pecho de De Jong a Xabi Alonso (liquidado con una simple amarilla por Webb, horroroso arbitraje con nueve amarillas para los naranjas), el pie derecho de Casillas (m. 62) robándole un gol a Robben; un posible penalti (y expulsión) de Puyol en el 83, también sobre Robben... y el gol más celebrado de la Historia de España. Iniesta. Minuto 116. Pura gloria.