El encierro, el gran icono de Pamplona que espera ya a 2021

Leyre Esparza
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En las famosas y mundialmente conocidas fiestas de San Fermín se desarrolla cada mañana el encierro de toros. Es una experiencia de adrenalina en la que tanto corredores como espectadores son partícipes y es ya un icono de la capital navarra.

Los encierros: Gran icono y a la espera del 2021 - Foto: Archivo

En la semana del 6 al 14 de julio Pamplona se convierte en el mejor destino turístico. Tanto españoles de otras comunidades autónomas como personas de otros países viajan hasta el norte de la península para conocer las calles teñidas de blanco y rojo de la capital navarra. Entre la diversidad de actos, conciertos, almuerzos, comidas, comparsas y muchos más destaca un evento: el encierro.

El encierro es el acto más conocido y el que mayor interés suscita a nivel mundial dentro del programa de festejos de San Fermín. 

Todo el mundo lo conoce pero, ¿se sabe de dónde surge esta tradición? 

Su origen es medieval, se remonta a cuando las manadas eran conducidas por los caballistas hacia el centro de la ciudad. En el siglo XVI algunos mozos y los carniceros de Pamplona desafiaron a las autoridades saliendo a correr delante de los astados. Esto supuso el inicio de una nueva práctica que se convertiría en icono de las fiestas. El nombre con el que conocemos esta actividad, "encierro" se utilizó por primera vez en el año 1856, fecha en la que la calle Estafeta pasó a formar parte de la carrera en sustitución de la calle Chapitela, ya que se inauguró la Plaza de Toros en las inmediaciones del Teatro Gayarre. Hasta ese día el encierro se denominaba "entrada", designando así la irrupción de la manada en las calles de la ciudad. 

 

EL ENCIERRO, EN DATOS

El recorrido actual es de finales del siglo XVIII y se lleva a cabo entre los corrales de Santo Domingo y la Plaza de Toros. Consta de 848.6 metros y es en el año 1776 cuando se introduce el vallado en el recorrido del encierro como sustitución de las mantas que hacían de telón para cerrar las bocacalles. Este vallado actual está hecho con madera de pino y está formado por 2.044 tablones horizontales, 388 postes, 40 puertas, 200 empalizadas, 2.400 falcas ( son piezas de madera utilizadas como cuña) y unos 10.000 tornillos que se montan a lo largo del recorrido. Desde el 7 al 14 de julio de cada año, todo el que sea mayor de edad puede vivir la adrenalina de correr delante de 6 toros bravos a las 8.00 de la mañana por las calles del Casco Antiguo hasta llegar al coso pamplonés.

 

EL ACTO PRINCIPAL DE LAS FIESTAS

Las fiestas de San Fermín son conocidas por muchas razones pero sin duda, llama especialmente la atención el famoso encierro de cada mañana. Tanto corredores como espectadores o personas que ven desde sus casas en directo el encierro son partícipes de la antigua tradición de Pamplona. El encierro es una carrera violenta, tensa, llena de nerviosismo, en la que la posibilidad de sufrir algún contratiempo o incidencia está presente en todo momento, no solo por el  peligro y respeto que generan los toros, también depende de múltiples factores externos, como la gran multitud de corredores que se encuentran en el recorrido o el propio entorno en el que se desarrolla la carrera. Muchos han sufrido accidentes y otros han dejado su vida en el recorrido, el riesgo es alto pero eso no es motivo suficiente para dejar de disfrutar de la carrera, ya que cada mañana de los Sanfermines se ve a los corredores ponerse delante de los toros y vivir la experiencia a pesar de las fatales consecuencias que puede conllevar. 

Otra tradición dentro de este ritual es el cántico antes del inicio de cada encierro. Todos los días antes de la carrera, los corredores piden protección a San Fermín, "su capotico", en la Cuesta de San Domingo. Y después de cantarle, los astados salen del corral.  

Este acto también es importante para los que lo ven desde fuera. Existen tres maneras de ver el encierro: desde el mismo vallado, desde un balcón (los vecinos de Pamplona alquilan sus balcones para personas de fuera que quieran ver el encierro) o desde la Plaza de Toros donde se puede ver la entrada de los mozos y toros.

Apenas unos minutos que se han convertido en un símbolo de las fiestas de San Fermín, ya que resulta impensable imaginar unas fiestas sin esta carrera. 

 

 

EL ENCIERRILLO

Otro hecho a resaltar en relación al conocido encierro es el "encierrillo". Con este diminutivo se conoce al trayecto que recorren los toros que van a protagonizar la carrera del día siguiente. Desde los Corrales del Gas a los de Santo Domingo. Eso sí, sin corredores y solo con la presencia de pastores y cabestros. Esta celebración no tiene un horario fijo, suele ser al anochecer y se desarrolla en silencio, sin pitidos, sin chillos, solo silencio. También es algo típico en las famosas fiestas y suscita interés en los turistas.

 

La Covid-19 ha dejado a toda España y otros países sin celebraciones ni fiestas de ningún tipo. El 2020 pasará a la historia, ya que no se han celebrado los Sanfermines ni ha podido verse a Pamplona teñida de blanco y rojo como es habitual en julio. Este año toca ser responsables y esperar con ganas e ilusión a los Sanfermines del 2021, que gozarán de los actos y actividades habituales y por supuesto, volverán a verse los míticos encierros y se podrá sentir así la adrenalina y nerviosismo de los mozos corriendo delante de los toros.