Las residencias de discapacidad y personas mayores de Navarra reciben ya las primeras visitas de familiares a usuarios de estos centros desde que el pasado 2 de octubre se prohibiera el acceso de visitantes para evitar contagios de covid-19.

Estas visitas a residencias deben garantizarse al menos una vez a la semana y previa solicitud de cita por parte de familiares y personas allegadas.

Las residencias navarras abren las puertas a las visitas - Foto: Jesús Diges

Las visitas, ha informado el Gobierno de Navarra, deben ser de una persona por residente y de 30 minutos de duración, en el caso de mayores, y de dos personas y 60 minutos para las personas con discapacidad.

Entre las medidas que Derechos Sociales solicita a los centros se encuentra disponer de un lugar específico para la realización de las visitas, asegurando la distancia entre los visitantes y evitando el contacto de personas usuarias con otras diferentes a sus propias familias.

En aquellos centros en los que haya un brote activo y no dispongan de un área totalmente independiente para la atención de las personas afectadas, los usuarios no podrán recibir visitas mientras dure dicho brote.

Después de cada visita se debe realizar la limpieza y desinfección del espacio utilizado, asegurando en todo momento una ventilación adecuada.

Las personas encamadas podrán también recibir a un visitante en su habitación y se permitirá en las visitas estrechar las manos del residente, siempre que se haya procedido previamente a la limpieza de las mismas con hidrogel.

Entre las residencias de Pamplona, la Casa de Misericordia ha habilitado una sala con espacios independientes, a los que familiares y residentes acceden por pasillos diferentes, ha explicado a Efe el responsable de comunicación del centro, Mariano Pascual, quien ha señalado que el objetivo es "que ellos puedan estar a gusto en una zona por lo menos calurosa".

Además, como se permite el contacto de familiares y residentes con las manos, los internos van a poder al menos "sentir este tacto" de sus allegados.

Estas visitas, ha destacado, "para los internos son importantes, aunque bien es cierto que es como para la hostelería abrir solo las terrazas, todos tienen mucha autonomía y están esperando poder salir a la calle".

En todo caso, ha apuntado, los familiares a partir de este jueves pueden tener un contacto directo con los residentes, porque hasta ahora lo habían hecho a distancia a través de la valla exterior o por videoconferencia y "al menos ahora pueden tocar las manos de su persona querida".