El adarve del Castillo de Marcilla se ha convertido en una sala de exposiciones. Y es que acoge una muestra de 20 piezas de maquinaria de guerra ofensiva y defensiva, entre las que se puede ver una ballesta gigante, un cañón, un carro incendiario o una plancha de pinchos. Y no solo eso. También hay maquetas en tamaño reducido. Son obras del historiador turolense Rubén Sáez. El objetivo, conmemorar el VI centenario de la fortaleza. La exposición se podrá visitar hasta diciembre y también se ofrece la posibilidad de hacer visitas guiadas.