Pasito a pasito... llegó el 'reggaeton'

Galena Koleva (SPC)
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Al contrario que el nombre de la canción, el mundo entero vio cómo, en 2017, Luis Fonsi y Daddy Yankee pegaron rapidito con un tema de ritmo pegadizo y con muchas influencias

Pasito a pasito... llegó el ‘reggaeton’

Luis Fonsi tenía al mundo acostumbrado a sus melodías y letras románticas. Con una trayectoria de más de 20 años labrada en la balada y el pop latino, este puertorriqueño consiguió hacerse poco a poco un hueco en la industria musical, y con Aquí estoy yo, Llegaste tú o Corazón en la maleta dejó claro que era todo un experto en eso del desamor, hasta el punto de ser capaz de conquistar no solo los corazones, sino también algún que otro premio que lo lanzó al estrellato internacional.

Su mayor éxito vino de la mano de su álbum Palabras del silencio (2008), multiplatino en varios países de América Latina, y un disco en el que gestó su tema más alabado hasta ese momento, No me doy por vencido.

Y vaya que si no se dio por vencido, porque nueve años después, en 2017, Fonsi decidió que era momento de dejar de lado ese romanticismo y, acompañado de un cambio de look que sorprendió a muchos, se adentró en el reggaeton para crear Despacito, el fenómeno musical de la década. No obstante, el mérito no fue solo de un Fonsi mucho más sensual y cañero, quien aprovechó su incursión en el género para lanzar Échame la culpa o Calypso (ambas de 2018), sino también del rey del reggaetón: Daddy Yankee. El cantante, también puertorriqueño, ya venía con una larga experiencia en el mundo del perreo, tras consolidarse como uno de los pioneros del género con éxitos como Gasolina, Lo que pasó, pasó, Rompe o Llamado de emergencia.

Pero lo que consiguió Despacito fue único. Con una melodía suaventemente pegadiza y una mezcla de ritmos latinos, jamaicanos y sonidos electrónicos -sin olvidarse de la guitarra acústica que hace la canción sumamente reconocible desde la primera nota-, el tema fue toda una sensación en una infinidad de países, donde, al contrario que su nombre, pegó rapidito y empezó a acumular récord tras récord. Así, no solo consiguió destronar a la Macarena como la canción en español más escuchada, sino que se convirtió en la más escuchada del mundo. Además, a día de hoy sigue siendo el vídeo más visto de todo Youtube (se acerca a la friolera de 7.000 millones de visualizaciones). Todo ello hasta alcanzar siete récords Guinness que no hacen más que corroborar que el éxito de Despacito no fue fruto de la casualidad.

Por si fuera poco, Justin Bieber logró catapultar aún más la canción cuando, tras escucharla en un club nocturno, decidió subirse al carro de la música latina y realizó una versión junto a Fonsi y Yankee pensada para el mercado anglosajón.

La punta del iceberg

Pese a que el reggaeton y los sonidos urbanos llevaban varios años campando por sus anchas en el terreno musical mientras iban conquistando las pistas de baile, Despacito fue el fenómeno por el que muchos artistas decidieron que la supremacía del inglés había llegado a su fin.

Nombres como Bad Bunny, Maluma, Becky G o J Balvin empezaron a sonar con mucha fuerza, mientras cantantes internacionales como Beyoncé (Mi gente) o Alicia Keys (Calma) también se subían a la ola del género en alguna que otra colaboración. Y es que desde que Despacito se coló en las cabezas de todos, el verano no ha tenido cabida para nada que no fuese el perreo.