El objetivo está claro:evitar nuevas elecciones en Cataluña. El president en funciones, Pere Aragonès, se está implicando directamente en los contactos con JxCat para tratar de desbloquear su investidura y, para ello, ha mantenido conversaciones en los últimos días con Jordi Sànchez y Carles Puigdemont.
Así lo reveló ayer en declaraciones a Catalunya Ràdio, en las que insistió en que es necesario formar un Ejecutivo «lo más pronto posible» para «afrontar las urgencias» que tiene la región.
Cuando se cumplen ya dos meses desde el 14-F, el dirigente republicano se mostró «convencido» de que «pronto» podrá ser investido, ya que no hay «ningún escollo insalvable» y sería una «irresponsabilidad» agotar el plazo del 26 de mayo, fecha en la que, si no ha habido investidura, serán convocadas automáticamente elecciones.
Esquerra, según explicó, ha trasladado a Junts «una propuesta bastante completa», sobre las líneas maestras y la estructura de una nueva Generalitat, documento que ahora están negociando.
Asimismo, Aragonès confirmó la información publicada por el diario Ara según la cual ERC y JxCat negocian constituir tres comisiones de seguimiento del acuerdo de legislatura al que lleguen, más un botón rojo al máximo nivel que se activaría en casos de crisis.
Dentro de la estructura del nuevo Govern, el bloque de Oriol Junqueras plantea crear los departamentos de Feminismos y de Acción Climática, recuperar la conselleria de Universidades e Investigación y evitar que el ejecutivo de coalición funcione con «compartimentos estancos».
Al margen de los equipos negociadores constituidos por ambas formaciones, Aragonès explicó que él personalmente mantiene una «interlocución prioritaria» con el secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, aunque también tuvo contacto recientemente con otros dirigentes de ese espacio, como Laura Borràs o Puigdemont.
Con el expresident, precisó, mantuvo hace días una «conversación cordial y esclarecedora», en la que constató su coincidencia en defender la autodeterminación y una amnistía, y suscribió la propuesta contenida en el programa electoral de Junts de «apelar a organismos europeos» para reivindicar la celebración de un referéndum.
Al ser preguntado sobre si estaría dispuesto a encabezar un Gabinete en solitario, sin JxCat, el barcelonés recalcó que lo que quiere es «presidir un Gobierno de coalición» que «refleje como mínimo la mayor parte del bloque de 74 diputados independentistas», si bien ERC está «preparada para asumir las responsabilidades» que hagan falta.
Por eso, Aragonès urgió a JxCat a cerrar cuanto antes un pacto porque «cada día que pasa el coste de no formar Gobierno es más alto» y hay que «hacer unos Presupuestos para 2021». A su juicio, no habría que «esperar» hasta el congreso extraordinario del 7 al 8 de mayo.
Optimismo de Budó
Mientras, la consellera de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, aseguró que Cataluña no está en un escenario de repetición electoral y defendió que JxCat, su grupo, esté en el futuro Ejecutivo catalán: «Confío en que en los días que quedan hasta que se agote el plazo hasta la disolución automática del Parlament los dos partidos puedan llegar a un buen acuerdo».