El Ejecutivo quiere apostar por otro sistema energético

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En 2018 tan solo el 21,1% de la energía consumida en Navarra era renovable. Tildan al actual sistema como 'sucio, ineficiente y caro'.

El Ejecutivo quiere apostar por otro sistema energético - Foto: navarratv

El sistema energético actual, basado de forma mayoritaria en recursos fósiles, es "sucio, ineficiente y caro" y "eso lo tenemos que cambiar", considera el Ejecutivo foral, que advierte de que es el Gobierno de España el competente para transponer la normativa europea que facilita las comunidades energéticas y con ello "el empoderamiento del consumidor".

Lo ha dicho en el pleno del Parlamento el consejero Desarrollo Económico y Empresarial, Mikel Irujo, quien ha enumerado los pasos ya conocidos dados por el Ejecutivo foral para avanzar en este terreno, en el que "hoy por hoy nuestro balance energético es absolutamente deficitario, y eso que somos una región pionera en el uso de renovables".

Así, en 2018 en Navarra tan solo el 21,1 % del consumo de energía primaria era renovable, el resto es energía fósil, por lo que "hay que dejar claro que "el actual sistema es sucio (seguimos quemando casi el 80 % de la energía), ineficiente (dependiente del exterior) y caro (uno de cada 10 euros que gasta cada navarro medio es para para comprar energía).

Por ello ha abogado por "cambiar" esta situación, aunque interpelado por Podemos sobre el cambio de modelo dependiente de las grandes compañías para apostar por las comunidades energéticas, el consejero ha valorado el "empoderamiento" al que abre las puertas esta posibilidad, constatada por la Unión Europea con una normativa cuya transposición a la legislación española debe acometer el Gobierno estatal.

En cualquier caso, y tras subrayar que "estamos ante una revolución energética que no ha conocido el ser humano en 300 años", ha sido claro al advertir de que aunque el Gobierno foral "apuesta por el autoconsumo y por el empoderamiento del consumidor, pero eso no va a ser suficiente".

"Nadie sobra en esta transición", ha dicho tras insistir en que "esta transición energética no se va a llevar a cabo solo con autoconsumo", aunque ha considerado que Navarra "tiene todos los ejes para poder afrontar este cambio que nos viene sí o sí".

El interpelante, Mikel Buil (Podemos) ha sido muy crítico con los "beneficios estratosféricos" actuales de las empresas energéticas, y ha incidido en la necesidad de que tanto la administración foral como los ciudadanos se desvinculen den la medida de lo posible de su suministro y apuesten por el autoabastecimiento.

Crítica con este concepto, Navarra Suma a través de Elena Llorente ha recordado la cara experiencia de estas cooperativas en Barcelona, un modelo que "se sitúa en las antípodas" al de NA+, que aboga por el "desarrollo sostenible de las energías renovables de forma coherente y sostenible", sujeto a "un marco legislativo estable, claro y seguro, que defina claramente dónde sí y dónde no instalar estas infraestructuras para que todos sepan a qué atenerse".

Javier Lecumberri (PSN), por su parte, ha apostado por "un sistema mixto que combine donde se pueda autogeneración y los parques potentes de energía renovable que garanticen la viabilidad de la industria y el acopio energético".

El portavoz de Geroa Bai, Mikel Asiain también ha compartido la necesidad de convivencia de un modelo de distribución centralizada con el de soberanía energética, y ha abogado por acciones como la creación de una Agencia Energética en Navarra, la colocación de paneles solares sobre el techo del Pabellón Navarra Arena, el proyecto Gares Energia, una nueva Ley de Cambio Climático o el cierre de la central térmica de Castejón, ha dicho como ejemplos.

Laura Aznal, de EH Bildu, también ha abogado por "soberanía energética y su generación desde el pueblo, por el pueblo y para el pueblo", aunque ha reconocido que el autoconsumo no puede "por si solo" sostener el sistema, que deberá convivir con parte del modelo centralizado, si bien, cuando menos se dependa de él "más libres" serán los ciudadanos.

Marisa De Simón (IE) ha lamentado en la misma línea el poder de las grandes empresas para decidir sobre ciudadanos y gobiernos, por lo que ha apostado por "la necesidad del control público sobre esta cuestión y por nacionalizar" la producción energética.