Un título que se va a domicilio

Diego Izco
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El Barça, brillante campeón en ocho de las últimas 11 Ligas, tira por la borda la 'novena' lejos del Camp Nou. Cambio en el horizonte: calienta Xavi. Benzema: la genialidad no es que salga, sino que se te ocurra

Un título que se va a domicilio - Foto: Alberto Estévez

El peor Barça de la historia reciente (el que menos puntos tenía, el que más goles encajaba y menos marcaba a aquellas alturas del campeonato: cuando se paró la Liga) era líder. El Real Madrid, que en el clásico le había dado una buena tunda, perdía ante el Betis y ponía una nueva alfombra roja a los pies de Messi y compañía. Cinco jornadas y un confinamiento más tarde, el Barça no ha olvidado el desastre que era y el Madrid solo tiene que aprovecharlo con la ley del mínimo esfuerzo: se quejan en el entorno madridista de que el gran rival juegue siempre antes que ellos y de que disponen de más tiempo de descanso, pero no saben que es una enorme ventaja: cuanto más tiempo tengan para pensar, peor. 

23 puntos

El desastre azulgrana se fragua lejos del Camp Nou. Como local, solo el Liverpool (16 triunfos en 16 partidos en Anfield) mejora las cifras del Barça: 14 triunfos y un empate. Pero lejos del casa el cuadro de Setién ofrece su versión más mediocre: apenas 23 puntos sobre 48 posibles (ni el 50 por ciento) de los que se juegan). Si las Ligas son el triunfo a la regularidad, ésta se le escapará entre los dedos     

Calienta Xavi

El día siguiente al fiasco en Balaídos (por una barrera mal puesta como acción definitoria, por otro mal partido como visitante como resumen global), salieron imágenes del desencuentro entre Éder Sarabia y Messi y unas declaraciones de Xavi Hernández: «Nos estamos preparando para entrenar al Barça». La pregunta ya no es «¿Cuándo?», sino saber si va a ser mañana o pasado mañana.  

La magia

David Copperfield, uno de los grandes ilusionistas , decía que lo más complicado de un gran truco era imaginarlo y crearlo. Ejecutarlo era solo un cinco por ciento del plan. El taconazo de Benzema no tiene excesivo mérito: la magia está en saber que eso podía suceder. El enfrentamiento entre el peor local (11 puntos) y el mejor visitante (31) se resolvió con un raquítico 0-1 que, por el taconazo, debió valer por dos: marcó Casemiro, pero antes Benzema.