Y ahora, ¿qué?

EFE - SPC
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Los plazos para que eche a rodar la XIV Legislatura ya están marcados; comenzarán el próximo lunes cuando los 350 diputados y los 208 senadores elegidos en las urnas tomen posesión de sus escaños en sus respectivas Cámaras

Y ahora, ¿qué?

Los 350 escaños del Congreso ya están adjudicados. Los partidos iniciarán a partir de ahora un viaje muy complicado, el de la investidura, con una parada obligatoria: la constitución del Congreso y el Senado el 3 de diciembre.

Ayer marcó el final del período electoral y, a la vez, el arranque de uno nuevo, para que el emergente Parlamento coja cuerpo y empiece a funcionar.

Las anomalías tan frecuentes en los últimos tiempos han continuado durante este mes, ya que la Diputación Permanente tiene pendiente una sesión para tramitar el proyecto de ley redactado por la quiebra del operador turístico Thomas Cook. Un procedimiento como este nunca se había dado en época electoral o tras los comicios.

Puede que esa sesión acoja también la convalidación o derogación del decreto-ley que recientemente aprobó el Consejo de Ministros en funciones en lo referente a la administración digital.

 

18 de noviembre

Es la fecha a partir de la cual los 350 diputados y los 208 senadores elegidos ayer comenzarán a acudir a sus respectivas Cámaras para cumplir los trámites que les permitan tomar posesión de sus escaños. 

El lunes próximo supone una especie de comienzo no oficial de la XIV Legislatura. Los candidatos electos acuden al Congreso de los Diputados y al Senado a entregar las credenciales de las Juntas Electorales Provinciales, y, además, a declarar sus bienes, dar la información sobre sus cotizaciones, hacerse las fotos de sus perfiles y recibir los teléfonos móviles y las tabletas electrónicas.

Durante estos días, y máxime con el nuevo sudoku -endiabladamente más complicado que el de abril- que han arrojado las urnas, los partidos con representación parlamentaria comenzarán a hablar de las composiciones que darán lugar a la Mesa del Congreso y a la del Senado.

El órgano de gobierno de la Cámara Baja lo integran nueve diputados (la del Senado, siete) y su esquema reproduce el del hemiciclo.

Si se toma como referencia la de la anterior legislatura, el PSOE, como partido ganador de las elecciones del 28 de abril, inició conversaciones con el considerado socio preferente, Unidas Podemos, para determinar el número de puestos de cada uno y qué lugares. Los socialistas tuvieron tres (Presidencia, Segunda Vicepresidencia y Segunda Secretaría) y los de la formación morada dos (Primera Vicepresidencia y Primera Secretaría), es decir, la mayoría.

La organización de la Mesa del Congreso fue entonces presagio de por dónde irían las negociaciones para un nuevo Gobierno, pero terminaron mal, desembocando en la repetición electoral del pasado domingo. Ahora, todo es mucho más complicado, ya que las cuentas para un Gobierno de coalición o cooperación no salen, por lo que no se podrá mercadear con puestos de la Mesa. 

 

3 de diciembre

El Real Decreto de la convocatoria electoral fija el próximo 3 de diciembre como el de la constitución de las Cortes de la XIV Legislatura. Las formaciones políticas con representación parlamentaria deberán tener cerradas las composiciones de las mesas para entonces.

Es una jornada cameral con una secuencia especial: como los nuevos diputados no tienen escaños asignados, se sientan en donde puedan según vayan llegando. Conviene recordar cómo Santiago Abascal y sus lugartenientes se pusieron justo detrás de donde se iban a sentar los miembros del Gobierno en funciones, y, de hecho, el vasco aparecía tras el madrileño. Que a nadie le extrañe que la formación derechista lo vuelva a hacer. La foto puede tener su peso en oro, y quién sabe si la del pasado 21 de mayo la tuvo. 

Tras esto, se forma una Mesa de edad presidida por el diputado con más años y por los dos más jóvenes; se votan las composiciones de las mesas en el Congreso y en el Senado; la nueva Presidencia conduce la toma de posesión de los parlamentarios, y por último, interviene para declarar la apertura de la legislatura.

El Rey será informado este día, terminada la sesión, que la legislatura décimocuarta de la democracia ha comenzado, pero es probable que tenga que esperar unos cuantos días para saber la fecha de apertura solemne, a la que asistirá.

Tendría que cuadrarse en los 15 días siguientes, tal y como recoge el reglamento del Congreso de los Diputados, pero la incertidumbre habitual del panorama político suele abocar a la Mesa a postergarla.

Las maquinarias del Congreso y del Senado empezarán a carburar: constitución de los grupos, asignaciones de escaños, reparto de despachos de los diputados...

Es probable que las negociaciones para propiciar la investidura hayan comenzado. De momento, parece que el que más ganas tiene de empezarlas es Unidas Podemos. 

 

12 de diciembre

La fecha tope para que los partidos con representación parlamentaria se registren como grupos propios es el próximo 12 de diciembre, pues disponen de los cinco días hábiles siguientes al de la constitución de las Cortes, el 3 de diciembre.

Como el 6 es festivo -Día de la Constitución-, el 7 y el 8 son fin de semana y el 9 también es festivo -Día de la Inmaculada Concepción-, queda el 12 del mes próximo como fecha límite.

Lograr grupo propio requiere superar 15 escaños, y si no es el caso y suman más de cinco, deben concitar el 15 por ciento de los sufragios en las circunscripciones en las que se haya presentado o el 5 por ciento del total de los votos a escala nacional.

El procedimiento es importante. Por una parte porque permite el cobro de las subvenciones que el Congreso y el Senado dan a los grupos creados; por otra, porque permite al presidente de la Cámara Baja comunicar al Rey qué partidos están en el Hemiciclo para que inicie consultas sobre la investidura, siempre y cuando un candidato haya decidido dar el paso.

Es preciso recordar que los principales líderes políticos se comprometieron durante la campaña electoral a no bloquear una vez más la formación de un nuevo Gobierno, y además, a no demorarse mucho en ello. Pero, desgraciadamente, una cosa es la teoría y las promesas en mítines antes cientos de personas o en debates televisados y otra muy distinta la realidad. 

El reloj del nuevo Gobierno empieza a contar desde la primera votación de la sesión de investidura, en el caso de que ésta sea fallida. El tiempo es dos meses.

Pero hasta entonces no hay plazos tasados. Dependerá de la voluntad de los candidatos que pase mucho tiempo o pase poco.