Los jugadores han llevado a cabo la sesión entre las 9:00 y las 12:00 horas, cuando se ha retirado de los terrenos de juego el último integrante de la plantilla para marcharse hacia su domicilio sin pasar por los vestuarios, según el protocolo marcado para evitar utilizar zonas comunes.

Para comenzar, han realizado una activación en las gradas de las tribunas cubiertas de los campos naturales, para estar de esta manera a resguardo de la lluvia, pero sin hacer uso de espacios interiores como el gimnasio.

Más tarde, los futbolistas han completado uno por uno un circuito en el que han trabajado la técnica, y que ha constado de seis ejercicios distintos de habilidad en los que han tenido que demostrar su dominio del esférico con toques y controles o la precisión en el pase y el disparo.

El entrenador de porteros del equipo, Richard Sanzol, se ha encargado de continuar la puesta a punto de los cancerberos rojillos en un campo reducido por separado.

Osasuna encarará mañana la primera de las tres últimas sesiones de la semana antes de descansar el domingo y de dar el paso a la siguiente fase, que consistirá en entrenamientos por grupos.