Induráin y Fiz se retan en Valladolid

EFE
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El maratoniano se impuso al ciclista en un reto solidario. Cada uno ganó en su respectiva especialidad. El de Villava pedaleando sobre una distancia de 20 kilómetros y el vitoriano remontó en los cinco de la parte a pie.

Induráin y Fiz se retan en Valladolid - Foto: NACHO GALLEGO

Hay veces, no muchas, en que se puede competir sabiendo que no habrá que "masticar" la derrota y eso les ha sucedido hoy a Miguel Indurain y a Martín Fiz, aunque éste ganó por un puñado de segundos un desafío solidario con el Banco Santander como organizador y en cuya sede central en Valladolid se entregan, a esta hora, los cheques con todo lo recaudado (11.450 euros) en una carrera con fines benéficos. Así pues, todos ganaron.

Ambos escogieron Pucela este jueves para su particular reto en bicicleta y a la carrera, se trataba de "competir" en un recorrido por el centro de la ciudad y lo recaudado iría destinado al Centro San Juan de Dios y a la asociación Down de Valladolid.

Induráin y Fiz se retan en ValladolidInduráin y Fiz se retan en Valladolid - Foto: NACHO GALLEGO

En total, veinte kilómetros en bicicleta y cinco en carrera. Tal vez, lo más llamativo de la jornada fue ver al pentacampeón del Tour exhibir su zancada por las calles de Valladolid ante la atónita mirada de los pucelanos, pues algunos desconocían su presencia en esta prueba. Lo del campeón del mundo de maratón sobre la bici era menos sugerente, Fiz no es tan conocido para el público.

Ambos se empeñan en hacer estas cosas a una edad en la que otros empiezan a dimitir del deporte. Indurain tiene 56 años y Martín Fiz acumula 57 primaveras, pero se mantienen en plena forma. Están "finos", como se dice en el argot de sus disciplinas deportivas, aunque Miguel no presente el típico rostro afilado de los ciclistas en la última semana de un Tour. Eso es imposible, y hasta muy poco saludable.

Ambos, exciclista y exatleta, son embajadores de la referida entidad bancaria y también compañeros en el equipo 123aCorrer. Dijeron que la cosa germinó en la marcha denominada La Indurain, del pasado mes de julio en Villava (Navarra). Allí empezaron a plantear este desafío solidario plagado de buenas intenciones.

La primera parte del reto transcurrió íntegramente por el carril bici de la capital, discutido y defendido a partes iguales en la ciudad. El primer sector, con los referidos 20 kilómetros, se completó con una ventaja de más de seis minutos para Indurain, quien recaudó en esta fase 6.850 euros por los 6.550 de Fiz.

El segundo, cinco kilómetros a la carrera, entre la calle Constitución, el Campo Grande y la Plaza Mayor, arrojó un crono favorable a Martín Fiz por cuatro segundos, habida cuenta de que éste había partido con el desfase que le había sacado su rival en la prueba ciclista. Como dejaron claro, el ganador hoy era lo de menos.

VICTORIA IRRELEVANTE

Así pues, la competición la ganó Martín Fiz. Lógicamente arrojó un balance triunfal para Indurain en bicicleta, modalidad en la que sacó 6 minutos y 48 segundos al atleta y el de Vitoria, que salió con ese tiempo de retardo en la carrera, le sacó apenas cuatro segundos al ciclista en la línea de meta de la segunda prueba.

A final Martín Fiz ha recaudado 5.750 euros y 5.700 Indurain, pues ambos partían con 8.500 euros y se restaban cincuenta por cada minuto empleado en las pruebas. Los registros y los tiempos fueron lo de menos porque lo importante era el dinero recaudado.

Fue cuando menos "peculiar" observar la mirada cómplice de la gente mientras circulaba por el centro de la ciudad y, de repente, se encontraba con Indurain corriendo. Alguno pestañeaba con fuerza para cerciorarse de que no era un espejismo.

A Indurain que brilló en "puertacos" del Tour como Luz Ardiden parece que no se apaga precisamente la luz. A su edad sigue buscando retos aunque ya esté en el olimpo de los mejores deportistas españoles de la historia, con Nadal, con Gasol, con Nieto y compañía.

Tan es así que el exciclista navarro, que dominó la "grande boucle" durante cinco años seguidos, no se queda ahora en el sofá mirando como otros opositan a su trono y hoy relató que la próxima semana viajará hasta Almería para mirar a los ojos a la Titan Desert. Ahí es nada.

Lo de hoy le iba bien, era una lucha contra el reloj, su pugna favorita, y ese frío que tanto le espanta, aún no ha llegado a Valladolid con su crudeza habitual.

Por su parte Martín Fiz, quien vino a Pucela la última vez junto a Abel Antón para contar sus experiencias de campeón del mundo, dice que está preparado ahora el Campeonato de Europa de veteranos en la distancia de media maratón. El vitoriano también está fino, nunca ha dejado de correr y recuerda que hace solo dos años completó diez kilómetros en un tiempo de 32:59, que para un tipo de 55 años en aquel momento era (y es) una barbaridad.

Ambos salieron a competir "colgados" de una sonrisa que no abandonaron en toda la mañana desde la Cúpula del Milenio, una especie de iglú con forma de medio balón de fútbol junto la ribera del Pisuerga. Allí ha habido veladas de boxeo, de magia, monólogos, conciertos y hoy tocaba simplemente solidaridad.

Todo empezó en ese recinto minutos después de las diez de la mañana. A la entrada había dos bicicletas, una era de esas que se levantan con un dedo (la que portaba Indurain) y que les transportaron sobre un circuito de 20 kilómetros de carril bici.

Tras un pequeño descanso, Fiz e Indurain cerraron el reto con cinco kilómetros de carrera por el centro de la capital. Dos de los grandes emblemas de Valladolid, el Campo Grande y la Plaza Mayor, pasaron revista al esfuerzo de ambos, esta vez despojados de la presión brutal de una prueba profesional.

Es curioso, Fiz dijo que había hecho entrenamiento de rodillo en las dos últimas semanas pero la carrera y dar pedales son actividades musculares tan contrapuestas que hoy "le dolía todo" porque tampoco es lo suyo, aunque en la última edición de "La Indurain" casi llegó a coger los 30 kilómetros por hora. Al final, llegando exhausto a la meta y cogiendo aire mientras su rival hablaba con la prensa, Martín Fiz se adjudicó el triunfo.

Este Desafío Santander concluyó pasada la una del mediodía y en la sede de la entidad (qué mejor lugar) se entregaron los cheques de lo recaudado. No se trataba de competir por una medalla o por el lugar más alto del podio. Al menos esta vez, todos ganaron. Nadie masticó la derrota