A pesar del mal inicio del equipo que dirige Míchel Sánchez en el regreso de los oscenses a la máxima categoría, los jugadores que ponga Jagoba Arrasate sobre el verde no deberán confiarse en la superioridad que muestra la tabla clasificatoria.

El mal arranque liguero de Osasuna en la temporada 2016/2017 recuerda al actual del club altoaragonés. Los navarros sumaron en aquel entonces 6 puntos en las nueve primeras jornadas, los mismos que el Huesca ha podido hacer este año.

A pesar de la victoria a domicilio ante el Eibar (2-3), primera de la temporada, lograda en la jornada 8 gracias a dos goles Sergio León y uno de Roberto Torres, Osasuna perdió en cinco ocasiones (Real Sociedad, Real Madrid, Espanyol, Villarreal y Betis) y empató en tres (Málaga, Celta y Las Palmas).

Por su parte, el Huesca no ha pillado el tranquillo a la exigencia que requiere una de las mejores ligas del mundo. Seis empates (Villarreal, Valencia, Atlético de Madrid, Elche, Valladolid y Eibar) y tres derrotas (Cádiz, Real Sociedad y Real Madrid) es el bagaje que ha podido recolectar el exequipo del Chimy Ávila.

Ambos conjuntos llegarán descansados a la jornada 10 después de casi dos semanas de parón en las que han podido descansar y preparar a conciencia un duelo directo entre dos escuadras que comparten mismo objetivo de aquí a final de temporada, la salvación.

Osasuna es consciente de la calidad y la experiencia que atesora una plantilla que tiene claro que no sumar los tres puntos sería un paso a atrás después de dos derrotas consecutivas ante el Atlético de Madrid y el Sevilla.