Cumplir 65 años y que se sigan acordando de uno con nostalgia y con admiración no está al alcance de todos los vehículos, salvo que se trate del DS tiburón, un coche futurista que se adelantó a su tiempo por sus innovaciones técnicas.

El DS 19 (designado así por su cilindrada de 1985 c.c. y 84 CV) se presentó el 6 de octubre de 1955 en el Salón de París y un día más tarde comenzó su producción.

El éxito del vehículo hizo que Citroën crease un departamento de prensa para gestionar toda la información. Se podía elegir en ocho colores y montaba una suspensión hidroneumática (lo que hacía la conducción más confortable).

En 1956 la producción del DS 19 también comenzó en Gran Bretaña y Bélgica, y dio el salto a Sudáfrica en 1959. Ese año fue también el de la aparición de la versión Break de Pierre Franchiset, que contaba con doble matrícula en la parte trasera (para poder circular con la parte inferior del portón abierta), capacidad para ocho personas y un maletero para transportar hasta 500 kilos.

En 1960 (y hasta 1971) surge el DS Cabriolet, que realizó el carrocero Chapron a partir de unos bocetos realizados en 1954/55 por el italiano Flaminio Bertoni, estilista, escultor y pintor que, junto con su equipo de diseñadores, se encargó de dar al DS sus líneas más revolucionarias.

 1967 fue el de la nueva cara del DS, ya que estrenó faros adicionales pivotantes para iluminar las curvas antes de trazarlas, 1968 el del reemplazo del DS 19 por el DS 20 y la adopción de un salpicadero negro, 1969 el del motor de 2.175 centímetros cúbicos de 139 caballos con el que la velocidad punta ascendía a 185 km/h, 1970 el de la incorporación de una caja de cambios con cinco marchas y 1971 el de la transmisión automática de tres marchas.

Finalmente, en septiembre de 1972 el DS 21 es reemplazado por el DS 23 (que alcanzaba los 190 kilómetros por hora) y el 24 de abril de 1975 finaliza la producción del famoso Tiburón, que acumuló un total de 1.456.115 unidades.

Fue tal la huella que dejó el DS en la población, que incluso en la novela del escritor vallisoletano Miguel Delibes Cinco horas con Mario se habla de un vehículo de la marca que circula a «ciento diez» km/h por la carretera de El Pinar.

Su leyenda se engrandeció con su participación y victoria en los rallies de Lieja-Roma-Lieja (1960), Tour de Corse (1963), East African Safary (1965), Montercarlo (1966) o Portugal (1969).