En 2021 se diagnosticarán en España más de 276.200 casos de cáncer y se espera un repunte en los próximos años, por eso las terapias de precisión buscan su espacio, pero chocan con un sistema «arbitrario y desigual» que dificulta el acceso al paciente, dependiendo en qué comunidad viva o a qué hospital acuda.
El presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Álvaro Rodríguez-Lescure, asegura que «no se puede saber cuántos de esos 276.200 nuevos casos se podrían beneficiar de una terapia personalizada ni cuántos no podrán hacerlo por no tener acceso a las últimas técnicas diagnósticas», pero lo que está claro es que la inequidad del sistema expulsa a un buen número de la carrera por un tratamiento innovador.
No se trata de que todos los centros tengan la posibilidad de hacer diagnósticos moleculares, que permiten usar la medicina de precisión para tratar la mutación del tumor, pero sí que todos los pacientes puedan acceder al diagnóstico y a ese tipo de terapias, allí donde estén a disposición del enfermo.
Rodríguez-Lascure explica que el diagnóstico molecular por biomarcadores no se contempla como tal en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud y por ende cada Consejería de Sanidad de cada comunidad autónoma busca cómo acceder, «por lo que se genera un muro de injusticia y una extrema incertidumbre en el paciente».
Esta es una de las técnicas más punteras en medicina y de especial relevancia en oncología, ya que permite una detección precisa de la alteración genética del tumor y el acceso a terapias personalizadas.
Precio de los fármacos
Otro problema que surge y que aviva la desigualdad interregional es la fijación del precio de los fármacos innovadores para su financiación por el Sistema Nacional de Salud.
El proceso de fijar precio, dice, arrastra demoras de meses, incluso de un año, lo que convierte en inoperante una innovación terapéutica que podría proporcionar mucho alivio al paciente.
El presidente de la SEOM reconoce que los oncólogos se mueven y buscan alternativas porque son una comunidad muy intercomunicada en el día a día y no cejan en rastrear programas de ensayo clínico para acceder a esos fármacos, pero «no siempre es posible y además implica mucho voluntarismo», agrega.
Rodríguez-Lescure asegura que estas demoras en la fijación de precios derivan en «llamativos atascos» para su acceso en hospitales y consejerías de salud, «cuellos de botella» para el acceso a decenas de fármacos que entran en un «limbo».
Cree este oncólogo que, aunque el problema viene de antiguo, en España se ha agudizado con la pandemia, «que ha ralentizado el funcionamiento de muchas cosas y, entre ellas, estas terapias innovadoras que aportan un gran impacto en la supervivencia y mejoran la calidad de vida».
Llama la atención, en opinión del presidente de la SEOM, que no se ponga remedio a esta situación y no se trabaje más por acortar los tiempos. Y recuerda que el coste anual del cáncer para el Sistema Nacional de Salud es de 19.300 millones y la aplicación de técnicas genómicas podría ahorrar, al menos, 180 millones por cada 100.000 casos.