El Izarra afronta el partido de esta vigésimo segunda jornada como la primera final de las diecisiete que restan hasta final de temporada. La visita de otro rival directo en la lucha por la permanencia obliga a los estelleses a dar lo mejor de sí mismos para mantener la salvación al alcance de sus aspiraciones. El Barakaldo debe de convertirse en el punto de inflexión para ir remontando posiciones.

La derrota de hace una semana por 3 goles a 1, frente al Leioa hundió a los navarros hasta el último puesto. Y es que seis meses después del comienzo de la temporada haber ganado únicamente cuatro partidos de los veintiuno disputados, es muy poco bagaje y de nada sirve lamentar la mala suerte, los penaltis en contra o la falta de acierto. Solo sirve hacer valer el topicazo de que hay que ir partido a partido, y el primero es el de este domingo. 

Para esta final, el técnico Pablo Álvarez ha convocado a todos los hombres disponibles, por lo que únicamente los lesionados Toni y Eguaras quedan al margen de la lista. No será hasta minutos antes del partido cuando el entrenador madrileño realice los correspondientes descartes.

Se da la circunstancia de que en la primera vuelta los blanquiazules ganaron en Lasesarre por 1 gol a 2, siendo esta la única victoria conseguida a domicilio. El histórico de enfrentamientos entre ambos conjuntos, en Estella, deja una enorme igualdad con cuatro victorias locales, cuatro visitantes y el mismo número de empates.

Al choque los de Barakaldo llegan después de haber perdido 0-1 frente al Guijuelo, un resultado que les ha colocado en la  décimo séptima posición, cuartos por la cola, en descenso y con únicamente cuatro puntos más que su rival del domingo. Los fabriles han perdido los cuatro últimos envites por la mínima ante Logroñés, Burgos, Unionistas y Guijuelo.

Por su parte, el Izarra acumula nueve jornadas consecutivas sin ganar o lo que es lo mismo,  más de dos meses sin sumar tres puntos de una tacada. Una dinámica que intentarán romper, sabedores de que no hacerlo, les deja en una situación delicada, con el agua al cuello y sin margen de error.

El encuentro arrancará en las instalaciones de Merkatondoa a las cinco de la tarde.