España es la favorita del Grupo E, pero tocará demostrarlo y sudarlo mucho en cada uno de los tres partidos. La cronología está definida: primero, ante Suecia, un bloque muy competitivo de enorme despliegue físico, seguridad defensiva y la férrea táctica de Janne Andersson llevándose los partidos a la frontera del 0-0. Victor Lindelof, central del United y uno de los puntales de aquella Suecia campeona europea sub’21, es uno de los líderes de un equipo estructurado de atrás hacia adelante y con un enorme talento para sacar el máximo rendimiento del menor dominio posible, y ahí destacan tipos como Forsberg (Leipzig) o Kulusevski (Juventus)... si es que el Covid (dio positivo el martes) le permite jugar.

Ojo a ‘Lewi’

El segundo partido de España (hablando de goles) será ante Polonia, o sea, ante Robert Lewandoski. A sus 32 años, sigue instalado en una eterna juventud y en una relación asombrosa con el gol. De hecho, este curso ha batido el legendario récord de Gerd Muller, yéndose hasta las 41 dianas en la Bundesliga. Alrededor del ‘nueve’ de Varsovia Polonia aparece como un conjunto con mucha experiencia, tal vez demasiado veterano, donde la calidad está en botas de tipos como Zielinski (Nápoles), Krichowiak (Lokomotiv) y Klich (Leeds).

La incógnita

Si España ha cumplido ante suecos y polacos, la tercera y última jornada debería ser más llevadera ante Eslovaquia. Con solo una participación (en Francia’16) que terminó en octavos de final, los eslovacos basarán su guerra desde la defensa capitaneada por Milan Skriniar, estupendo central en el horizonte de los más grandes clubes de Europa... que apenas ha jugado en el Inter por su mala relación con Antonio Conte. Marek Hamskik, peligroso medio pegado a una cresta e ídolo indiscutible en su país (122 veces internacional con 26 goles) sigue en nómina.