Siguen llamando a todas las puertas posibles. Incluso a la mismisima Reina Letizia. Una cuñada le escribió una carta pidiéndole ayuda para Izan. La Reina les contestó que ella no podía hacer nada, pero que trasladaba la carta al Ministerio de Sanidad desde donde recibirían una respuesta. La respuesta ha llegado. Y el Ministerio es claro: los efectos secundarios del tratamiento que reclama la familia para Izan son mínimos. Por lo que el niño tendría autorización para recibir el tratamiento. Pero para eso haría falta el sí del Consejero de Sanidad del Gobierno de Navarra. Y eso sigue sin llegar.
La familia se siente desolada. Las fuerzas van flaqueando. Porque siguen encontrándose un no por respuesta. La semana que viene volverán a reunirse con el Consejero. Aún no han tenido ninguna noticia del estudio sobre el medicamento que está llevando a cabo el departamento. Y no son optimistas. El tiempo pasa y lo hace en contra de Izan.