Una de las novedades más esperadas de Seat era la versión más deportiva del nuevo Tarraco, el FR, tanto por la deportiva imagen de su carrocería como por los propulsores seleccionados, en especial el nuevo TDi de 200 CV a la espera del híbrido enchufable de 245 CV que llegará a principios de 2021.
Diseño, conectividad, seguridad y confort, son los cuatro claves sobre las que más se ha trabajado en la configuración final de la variante más deportiva del nuevo Tarraco, el FR, unas mágicas siglas que tienen un fuerte arraigo entre los compradores de la marca española. La mencionada deportividad es todo un argumento de ventas que aporta una imagen exclusiva tanto del exterior como del interior, y en el caso de todos lo Seat, con un plus en la dinámica al que no es ajeno este Tarraco. Quizás por su tamaño, peso y volumen es el que más puede necesitarlo y lo cierto es que funciona realmente bien porque la configuración de suspensión en modo Sport ha sido modificada y ahora el Tarraco es más deportivo también al volante.
Las siglas FR diferencian por completo al Tarraco más deportivo frente al resto de la gama y su porcentaje en ventas es tradicionalmente una parte importante de las mismas. En su interior, más allá de los matices de equipamiento y diferentes acabados destaca una imagen global más deportiva, en buena parte gracias a los excelentes asientos con un diseño de tipo bacquet realmente envolventes, cómodos y atractivos, mientras que del exterior llama la atención la parrilla delantera en color Gris Cosmo y el difusor y alerón trasero que hacen que la zaga sea una de las zonas más deportivas y mejor resueltas del SUV grande de Seat.
El acabado FR no se limita a un solo propulsor, está incluida prácticamente toda la gama motriz, tanto de gasolina como diésel a la espera de que llegue el deseado híbrido enchufable que seguro será un revulsivo para las ventas del Tarraco. La gama diésel, que sigue siendo muy importante, cuenta con el motor TDI de dos litros con 150 CV y 200 caballos. Este último es una evolución, y a esos 200 CV y 400 Nm de par se une la nueva transmisión automática DSG de doble embrague de siete velocidades que debe estar asociada a la tracción total 4Drive.
Los motores TDI cuentan con el sistema SCR doble con dos inyectores de AdBlue para contener las emisiones y así cumplir con la normativa. En gasolina el protagonismo es de los motores TSI de 1,5 y 2.0 litros con potencias de 150 y 190 caballos, este último asociado a una caja de cambios DSG y la eficaz tracción total 4Drive.
Además, dispone de hasta 12 sistemas de ayuda a la conducción, como el asistente de vuelco y el de precolisión, y el sistema DAB de transmisión de audio digital se presenta ya de serie.
El vehículo está disponible desde 39.620 euros en su versión de gasolina de 150 CV, mientras que el motor diésel con la misma potencia asciende a 44.420 euros.