EEUU y Rusia buscan salvar el último tratado de desarme nuclear

Agencias
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Washington y Moscú debaten la extensión del programa de control de armas que garantiza vigilancia común de arsenales

EEUU y Rusia buscan salvar el último tratado de desarme nuclear

Las relaciones bilaterales no están siendo, precisamente, uno de los puntos fuertes de Donald Trump, quien, desde que está al frente de la Casa Blanca, ha roto un buen número de acuerdos internacionales: el pacto nuclear con Irán, el Acuerdo Climático de París o el Pacto Mundial sobre Inmigración de la ONU. Y, en materia de Defensa, recientemente abandonó el Acuerdo de Cielos Abiertos -el pasado mayo- y el INF sobre misiles de corto y medio alcance -en 2019-. Es por eso que las negociaciones iniciadas ayer entre EEUU y Rusia en Viena se hayan convertido en vitales, puesto que las dos potencias analizarán hasta hoy las posibilidades de salvar el último tratado vigente de desarme y control de armas nucleares entre ambos países, llamado Nuevo START y que vence el 5 de febrero de 2021.

La cita, no obstante, genera escepticismo entre los expertos, que dudan de que se logre la extensión de la vigencia de ese pacto. Ni siquiera los miembros de cada delegación quisieron pronunciarse al inicio del encuentro.

Mientras Washington cuestiona el acuerdo y pretende incluir en el diálogo a China -que se ha negado-, Moscú presiona por una prórroga.

El Nuevo START, firmado en 2010, limita el número de armas nucleares estratégicas, con un máximo de 1.550 cabezas nucleares y 700 sistemas balísticos, en tierra, mar o aire. Su vigencia podría ser prorrogada por cinco años, hasta 2026. Pero si no se logra esa extensión, los analistas ven el riesgo de una nueva carrera de rearme nuclear, pues por primera vez desde 1972 no habría ningún acuerdo de control de armas atómicas en vigor entre las dos mayores potencias nucleares del mundo.

Si bien los expertos ven «alentador» que las partes se hayan sentado a negociar, temen que una falta de consenso aliente «una carrera armamentista incontrolada».

¿Oportunidad a Maduro?

Por otro lado, Trump dio un nuevo giro en su discurso exterior y aseguró que «podría haber vivido» sin reconocer al antichavista Juan Guaidó como presidente «legítimo» de Venezuela, y planteó la posibilidad de entrevistarse con el jefe del Ejecutivo de Caracas, Nicolás Maduro. «Se pierde poco por intentarlo», agregó sobre ese posible encuentro.

Eso sí, horas después matizó que solo se entrevistaría con el líder bolivariano para conversar sobre «la salida pacífica del poder» de Maduro. «Al contrario que la izquierda radical, yo siempre estaré en contra del socialismo y con el pueblo de Venezuela. ¡Mi Gobierno siempre ha estado del lado de la libertad y contra el régimen opresor de Maduro! ¡Solo me reuniría con Maduro para abordar un tema: una salida pacífica del poder!», declaró.