"Sería lograr un segunda victoria consecutiva por primera vez en la temporada, un objetivo bonito pero que tampoco es muy alto, y encadenar 10 puntos de 12 posibles habiendo jugado por medio con el Sevilla y el Atlético de Madrid", explicó en la rueda de prensa previa al choque de mañana.
Marcelino pidió a su equipo "la máxima activación, la máxima motivación, ambición permanente y ganas de ganar" para los cuatro partidos que quedan del curso y olvidarse de las finales perdidas. "No me castigo con lo que pasó, solo hay un partido con el que me castigo", dijo, sin desvelar cual pero dando a entender que es la final ante la Real Sociedad.
"No vamos a estar masacrándonos porque no tiene solución. Las cosas pasadas ya no tienen solución", insistió, contento por el triunfo de la ultima jornada en Sevilla y feliz porque considera que "toda victoria trae alegría y ayuda a creer" en lo que se hace.
Ya de cara a mañana, alertó de un Osasuna "capaz de levantarse" tras "una primera vuelta complicada" y al que espera "muy intenso". "Es un equipo intenso, que va a presión alta con asiduidad y hace ataques rápidos en los que llega con mucha gente al área. Es un equipo alegre y dinámico", resumió su visión del conjunto rojillo.
Marcelino, por otro lado, aseguró que aún ni le "preocupa" ni le "ocupa" "la planificación de la próxima temporada" y no quiso entrar en si ha pedido o no al club el fichaje de jugadores como Javi Martínez, que no seguirá en el Bayern de Múnich, o el joven de Osasuna Jon Moncayola.
"Nuestra obligación es lograr el máximo rendimiento de los jugadores de la plantilla. Luego hay una dirección deportiva y una dirección económica. No es de nuestra incumbencia pedir o no pedir. Ni me preocupa ni me ocupa esa circunstancia", aseguró.
Marcelino se volvió a reafirmar en que le "gusta ser prudente" cuando valora a los jóvenes y en que no hay que "ensalzar a un futbolista porque juegue un partido bueno", a pesar de las buenas actuaciones que están teniendo en las últimas jornadas futbolistas como Asier Villalibre, Jon Morcillo y Oihan Sancet.
Al que no ha dado opciones es a Íñigo Vicente, otro joven prometedor del que espera mucho la afición rojiblanca. "Intento ser justo y él sabe su situación, se lo hemos dicho varias veces. Me gustaría ponerle pero hay otros futbolistas por delante de él y no me gusta regalar cosas", dijo, dejando claro que no cuenta con un futbolista del que comentó, por otro lado, que "es un chico muy majo que trabaja bien y que no hace otra cosa que trabajar y ayudar".