La actividad económica de Dantxarinea ha estado siempre ligada al paso fonterizo con Francia, situación que con la llegada de la Covid-19 y sus restricciones de movilidad se ha visto totalmente alterada. El alcalde de Urdax relata cómo antes de la pandemia recibían en el paso a 4 millones de personas, mientras que en 2020 esa cifra se ha visto reducida en un 50%. "El cliente normal venía ha hacer el día y eso provocaba mucho movimiento de restaurantes. Se han llegado a juntar más de 4.000 personas en un solo día", explica Iñaki Ariztia. El golpe más fuero el confinamiento inicial de la pandemia, donde "estubo todo completamente cerrado", dice. Ahora ven con esperanza el proceso de vacunación, pero la exigencia de una PCR a los franceses que accedan a España vía carretera supone un nuevo aspecto a tener en cuenta en la zona.