Los navarros tienen la oportunidad de cerrar el año venciendo en casa a unos cántabros que se sitúan a cinco puestos del Anaitasuna (14º) y que saldrán a por todas con el objetivo de que los chicos de Quique Domínguez no alcancen los 20 puntos.

El entrenador gallego celebró en rueda de prensa el regreso de aficionados al pabellón donde juega el equipo, noticia que seguro dará alas a unos jugadores faltos del calor y el empuje que suele brindar la hinchada del conjunto pamplonés. “Por fin. Les echábamos de menos”, señaló el míster.

Anaitasuna llega a esta cita tras perder 32-25 ante el Recoletas Atlético Valladolid en un partido que comenzaron de mala manera al encajar demasiados goles en el inicio del duelo.

Sobre su próximo rival, Domínguez opinó que Sinfín ha sido uno de los equipos que más ha visto afectado su ritmo competitivo por los constantes parones sufridos. “Antes de todo eso, me atrevo a decir que era uno de los equipos que mejor jugaba, con un balonmano atractivo, alegre y vistoso”, añadió.

“Tenemos ilusión por terminar la primera vuelta en la línea que ha mostrado el equipo gracias al respeto que se ha ido ganando con el buen juego desarrollado”, manifestó el técnico del Helvetia Anaitasuna.

Pese a ello, los pupilos de Domínguez, que ocupan la novena posición, quieren resarcirse para intentar colarse en la Copa del Rey si los resultados de otros encuentros fuesen favorables.

“Sería un broche muy bueno, un gran premio”, dijo el técnico en rueda de prensa en referencia a la posibilidad de entrar en el torneo del KO.