Quien diría que el conjunto de Quique Domínguez no se jugaba nada, más allá de arañar un par de posiciones en la clasificación en estas dos últimas jornadas de la Liga Asobal, ante un rival que apuraba sus opciones europeas de quedar tercero. Los navarros saltaron mejor a la pista en su último partido del curso como local y en un día de despedidas de jugadores como Dashko, Fischer y Bols. Precisamente el portero fue de lo mejor en los primeros compases del duelo con hasta media docena de paradas en el ecuador de la primera mitad. En ataque, destacó las salidas al contraatque merced a una buena defensa que permitió robos y las salidas de, en especial, Álvasro Gastón; autor de tres goles en ese periodo. En estático, Ander Izquierdo volvió a tomar el mando junto con Juan del Arco que se sacó pases inverosímiles a Aitor García en seis metros. Helvetia Anaitasuna comandó en el electrónico a partir del segundo parcial y obtuvo una ventaja de tres- cuatro goles que obligó al técnicio visitante, Miguel Ángel Velasco, a pedir tiempo muerto con el 11-7. Logroño La Rioja no reaccionó y los locales mantuvieron los tres goles de renta al descanso: 15-12.

La segunda parte pareció transcurrir por los mismos cauces de la primera. Pero así ocurrió sólo durante los dos primeros parciales donde Helvetia Anaitasuna logró mantener los tres goles d erenta. Fue a partir del ecuador de la misma cuando Logroño fue recortando la desventaja en el electrónico de la Catedral estableciendo la primera igualada, a 23, a diez minutos para la conclusión del choque y se puso por delante al minuto siguiente. Los locales comenzaron a perder balones en ataque, las paradas de Rangel ayudaron y no supieron frenar el ataque riojano. Quique Domínguez lo intentó con el cambio en portería pero apenas surtió efecto consumando la derrota en su último partido en La Catedral del curso.