Retirado de la actividad pública desde el 2 de junio de 2019, cuando decidió apartarse de la actividad institucional coincidiendo con el quinto aniversario de su abdicación, Don Juan Carlos vive su jubilación con la amenaza de la acción de la Justicia, que en los últimos tiempos ha puesto su foco sobre el origen de parte de su fortuna. Un calvario de tribunales que arrancó para el Rey emérito en 2018, cuando el juez de la Audiencia Nacional Diego de Egea cita a declarar al excomisario José Manuel Villarejo tras conocerse unas grabaciones de una supuesta conversación mantenida en 2015 en Londres en las que Corinna Larsen, amiga del anterior Monarca, habría desvelado que éste tiene cuentas en Suiza donde habría cobrado comisiones irregulares del proceso de adjudicación del AVE a La Meca.
En esta investigación, el último movimiento judicial llegó esta misma semana, cuando la Fiscalía del Tribunal Supremo acordó asumir la investigación que dirigía Anticorrupción sobre el presunto pago de comisiones en la construcción de la infraestructura ferroviaria, al comprobar que una de las personas que podrían estar involucradas en los hechos sería Don Juan Carlos, que conserva, pese a su abdicación, la condición de aforado, como tienen los miembros del Gobierno o diputados y senadores.
Al parecer, según las diligencias que se han llevado a cabo tanto en España como en Suiza, el rey saudí Abdalá bin Abdulaziz habría ingresado supuestamente de 65 millones de euros en una cuenta suiza de la fundación Lucum, de la que el padre del actual Monarca aparece como beneficiario.
Estas prácticas irregulares podrían llegar a ser considerados delitos de corrupción en las transacciones económicas internacionales, de cohecho y de blanqueo de capitales. Por eso, el Ministerio Público centrará sus pesquisas en delimitar o descartar la relevancia penal de unos hechos que ocurrieron con posterioridad al mes de junio de 2014, momento en que el Rey emérito dejó de estar protegido por la inviolabilidad que el artículo 56.3 de la Constitución española reconoce al Jefe del Estado.
¿República Dominicana?
Después de conocerse que la Fiscalía del Supremo se hace cargo de las investigaciones sobre el padre de Felipe VI, diversos medios de comunicación desvelaron que Don Juan Carlos se estaría planteando salir de España para fijar su residencia en la República Dominicana, alejándose del foco de la actualidad para disfrutar de su retiro como una de las figuras más importantes de la Historia reciente de España, que fue clave para el establecimiento de la democracia tras la Transición. El nuevo hogar del rey emérito en el país caribeño se ubicaría en la lujosa zona de La Romana, lo que lo convertiría en vecino de otras personalidades como Felipe González, Jesús Barderas, Carlos Slim, la familia Clinton, o Joe Biden.