Una decisión que acata la Federación que preside Rodrigo Domínguez quien, en declaraciones a Navarra Televisión, reconoce que el 'efecto llamada' provocado en atletas de otras comunidades comprometían la seguridad sanitaria impuesta para la celebración de dichas jornadas de control de los deportistas quienes preparan las diferentes competiciones oficiales: "Ha venido mucha más gente de la que esperábamos. Lo cuál es un éxito tremendo pero no lo que toca actualmente", manifestaba el propio Domínguez este mediodía. La asistencia de público ha llegado a cuadruplicarse. De los cien espectadores estimados a los más de cuatrocientos. Algo que no aseguraba el distanciamiento social en la grada del estadio de Larrabide y que, unido a la proliferación de los rebrotes y repunte de contagios en la comunidad foral y, especialmente, en Pamplona, obligaba a adoptar la decisión de cerrar la instalación al público cara a las próximas fechas.

La Federación Navarra de Atletismo viene realizando varias pruebas de control, denominadas 'tardes atléticas' con las que sus deportistas pueden obtener marcas y, sobre todo, competir: "Nuestra intención era el que la gente en la sociedad viviera el deporte y que éste es necesario, es educación y de que tiene que estar presente en nuestra vida. Por supuesto que lo que entendemos es que hay que poner todas las medidas sanitarias necesarias", declaraba Domínguez. Es por ello que el Instituto insta a retornar a la competición a puerta cerrada. Algún caso o rebrote en Larrabide sería fatal para la instalación a tres semanas del campeonato navarro de clubes y posteriores a nivel individual.