El pamplonés es protagonista de una trayectoria atada al patinaje de velocidad que arrancó sobre ruedas a los cinco años. La Txantrea le vio nacer deportivamente hasta el año 1992. Posteriormente, en el 1994 empezó su andadura con la Selección. Dos lustros estuvo formando parte del combinado nacional. Paralelamente, Sarasibar entrenó, durante 23 años, al C.D. Amaya. En 2018 puso fin a la historia de amor con su club.

Tras su paso por el Campeonato de Europa 2019 de Pamplona, Sarasibar llega a la presidencia de la Federación Navarra de “forma natural”. “Tampoco te planteas que igual alguna vez ocuparás ese puesto, pero ahí estamos. Lo cojo con madurez”, explica. “Llego con mucha ilusión, a pesar de que vivimos una etapa con muchas incertidumbres, pero no nos metemos en nada desconocido”, añade el navarro.         

“Haber pasado por el Campeonato de Europa me dio la chispa que me faltaba para ocupar un puesto de esta envergadura”, cuenta Sarasibar, recordando que el Europeo del curso anterior “fue una enseñanza dura, pero creo que salí con una gran experiencia y un balance muy positivo”.           

El nuevo presidente de la Federación Navarra de Patinaje cree que puede aportar su experiencia “al haber vivido de primera mano todos los estamentos con los que me voy a encontrar”. “He sido deportista, entrenador, me ha tocado organizar... Creo que esa experiencia y esa doble visión me puede ayudar y también a la gente a afrontar a todo lo que venga”, expone.

No obstante, Sarasibar tendrá un firme compromiso con las nuevas disciplinas del roller: “Vengo con ganas de aportar en disciplinas nuevas que tiene mucho recorrido por delante como el skate, el roller derby, entre otras”.