Indar Gorri ha lanzado un comunicado en el que admiten que no entrarán al Sadar hasta que no lo hagan todos los socios. "No entendemos el fútbol de otra manera", señalan a través de su perfil de Facebook.
"¿Dónde quedamos los fans? Somos los únicos damnificados por las medidas. Seguimos esperando una voz en alto que diga basta ya, no jugamos sin ellos", reclaman.
El Gobierno foral junto al club rojillo han acordado un aforo del 33% para los dos primeros partidos que Osasuna juega en casa, es decir, unos 8.000 privilegiados podrán acceder al nuevo estadio.