75 años de la liberación de los campos nazis

EFE
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Sachsenhausen, Ravensbrück y Bergen-Belsen recuerdan de forma virtual a las víctimas del Holocausto con una llamada contra el olvido

75 años de la liberación de los campos nazis - Foto: CLEMENS BILAN

Desde la distancia y de forma virtual. Así es como tuvieron que celebrarse ayer en Alemania los 75 años de la liberación de los campos de concentración de Sachsenhausen, Ravensbrück y Bergen-Belsen debido a la pandemia.

Un tributo diferente al previsto, pero que contó con un llamado a no olvidar. En sendos vídeomensajes, el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, y la secretaria de Estado de Cultura, Monika Grütters, subrayaron la importancia de rendir homenaje a las víctimas del régimen nazi y de luchar contra el olvido.

Más de 20.000 personas perdieron la vida en Sachsenhausen, una cada tres horas, recordó Maas, quien agregó que si por cada uno de ellos se mantuviera un minuto de silencio, durante dos semanas no se oiría nada en las calles.

«Pero la lucha contra el olvido no puede ser silenciosa. Como alemanes no podemos quedarnos callados cuando la memoria es difamada como culto a la culpa, cuando se convierte a las víctimas en perpetradores, tanto aquí como en el extranjero», aseguró.

La responsabilidad ante la propia Historia y el respeto hacia las víctimas del exterminio nazi se traducen en la obligación de luchar contra los que niegan y relativizan el Holocausto, subrayó Maas, quien inicialmente iba a acompañar, junto a su homólogo polaco, Jacek Czaputowicz, a supervivientes y descendientes de Sachsenhausen.

«Para inmunizar a la sociedad contra el veneno del odio y del antisemitismo, todos tenemos que convertirnos en testigos (...) Cada historia, cada nombre que salvamos del olvido nos convierte en testigos. En testigos de lo que fue y en testigos de lo que jamás se debe repetir; testigos que alzan la voz cuando judíos y gitanos vuelven a ser agredidos hoy en nuestras calles», señaló. Según Maas, la memoria se traduce en «ser solidario con las víctimas y enfrentar con valentía a los agresores». 

«Es más importante que nunca que recordemos juntos el inconmensurable sufrimiento que se hizo patente para todo el mundo en abril de 1945 con la liberación de los campos de concentración», declaró la secretaria de Estado de Cultura, quien ba a pronunciar un discurso en Ravensbrück.

Recordar los inhumanos crímenes de los nacionalsocialistas y conmemorar a las víctimas será para siempre una obligación, señaló. «No aceptemos que el odio, el resentimiento o la indiferencia pongan en duda el verdadero valor de todo lo humano. Hagamos todo lo que está en nuestras manos por evitar para siempre que el germen de las ideologías bárbaras encuentren un terreno fértil», recalcó.

Juntos en la distancia

Aseguró sentirse enormemente triste por el hecho de que la conmemoración de Ravensbrück, campo en el que murieron unas 28.000 personas, pueda tener lugar solo de manera virtual. «La pandemia del coronavirus exige el respeto a la distancia física, pero hoy estamos con vosotros con el alma», agregó.

En tanto, el antiguo campo de Bergen-Belsen, al que inicialmente iban a acudir más de cien supervivientes, acogió un acto conmemorativo reducido con el jefe del Gobierno de Baja Sajonia.