Su partido fue más bien discreto debido a las pocas ocasiones en las que pudo enganchar el balón a escasos metros del área contraria, campo de batalla de un futbolista muy desequilibrante. A pesar de ello, Ibáñez lo intentó con alguna buena conducción que gustó a la hinchada rojilla.

Fue la sorpresa en la alineación, un premio tras la apuesta del conjunto que dirige Jagoba Arrasta por quedarse con sus servicios después de una pretemporada más que correcta. Lo cierto es que Osasuna atacó más por el carril contrario con Rubén García y Manu Sánchez, dos de las grandes bazas en el inicio de este año.

El atacante no era titular con Osasuna en partido oficial desde el pasado 23 de febrero del 2020 contra el Granada. La campaña pasada fue cedido al Leganés, disputando 29 partidos entre Liga, Copa del Rey y promoción a Primera División.

Las lesiones y la falta de continuidad no han dejado ver toda la magia de un futbolista rápido, habilidoso y difícil de parar en el uno contra uno y que seguro tendrá más oportunidades este curso a pesar de la competencia existente en su posición con compañeros como Kike Barja, Torres o Javi Martínez.