Su retorno al Barcelona parece estar más cerca. Las ganas de Neymar por volver al Camp Nou se hacen cada vez más evidentes. El último gesto de las intenciones del brasileño por formar tándem con Messi fue rechazar una oferta de renovación con el Paris Saint Germain de 100 millones de euros, según publicó ayer el diario Mundo Deportivo. 

En anteriores ocasiones el internacional de la canarihna ha dejado entrever que se arrepentía de haber fichado por el club francés y haber abandonado el conjunto culé con el que había conquistado la Champions League. 

El pasado verano ya estuvo en la rumorología de su posible retorno al bloque azulgrana, pero su regreso no se hizo efectivo. Ahora la situación es otra. 

Neymar tiene contrato con el PSG hasta el 30 de junio de 2022; pero al llevar tres temporadas se le permite solicitar una salida y es la FIFA la que debe determinar el precio del traspaso al no existir en Francia cláusulas de rescisión. 

El jeque Nasser al-Khelaifi, dueño del club galo, consciente de que una de sus estrellas puede darle la espalda, además, de ingresar menos dinero por la suspensión de la competición, le ha ofrecido una prima de 100 millones de euros, además de mantenerle las condiciones del contrato actual, más de 50 millones de euros al año.

El sudamericano sabe que estas cifras son inasumibles para el Barcelona, y mucho más en un momento en el que la crisis del coronavirus azota la economía de todos los clubes. No obstante, estaría dispuesto, además de renunciar a esos 100 millones de euros, a rebajarse a la mitad la ficha que percibe ahora mismo con tal de volver al conjunto azulgrana.

Neymar, que sigue recluido en Río de Janeiro, para pasar el confinamiento, está pendiente de cómo evoluciona el mercado y las pretensiones del Barcelona. 

El brasileño no moverá ficha ni solicitará su salida del PSG hasta que no perciba garantías de que el club catalán quiere ficharle. Ahora, la pelota está en el tejado de la directiva culé.