Los vecinos de Cabanillas se reunían este domingo para presenciar la recreación del ajusticiamiento de Judas, un evento con más de un siglo de tradición. Ataviado con un traje rojo y plateado y con una malla en la cabeza, un joven disfrazado de Judas huía de sus captores, los romanos, con el objetivo de no ser apresado. Algo que, finalmente, siempre se consigue tras una carrera de aproximadamente quince minutos en la que los romanos alcanzan a Judas y lo decapitan como castigo por traidor. Aunque otras localidades navarras también recrean el ajusticiamiento de Judas, el de Cabanillas es uno de los más singulares.