Balance de legislatura: salud

Vera Villafranca
-

Las huelgas de los facultativos por la sobrecarga de trabajo, el fin del concierto con la Universidad de Navarra o el regreso de las cocinas hospitalarias a titularidad pública han sido algunos de los temas de un departamento con muchas polémicas.

La legislatura termina como empezó, con la protesta de los médicos, que ya llevan cuatro meses de huelga con miles de consultas y cientos de operaciones canceladas. Denuncian sobrecarga de trabajo, poco tiempo con el paciente, y peores condiciones laborales y salariales que profesionales de otras provincias.

Esta legislatura también han alzado la voz los pediatras. Denunciaban condiciones poco favorables que hacen que muchas plazas en zonas del norte o de la ribera se tuvieran que cubrir con médicos no especialistas.

Otra de las polémicas de la legislatura en este ámbito ha sido el de la comarcalización de algunos servicios de urgencias, como el de Tafalla, dejando a algunas localidades como Olite sin urgencias nocturnas.

Balance de legislatura: saludBalance de legislatura: salud

El Servicio Navarro de Salud cuenta con diez mil profesionales, pero solo la mitad son fijos, por lo que la interinidad sigue siendo un problema acuciante pese a que se han convocado más de mil plazas de empleo publico en salud. Más de cuatro mil personas se presentaron a la 108 plazas de OPE de enfermería. Más de un año y medio después de la convocatoria de examen siguen sin estar resueltos los procesos.

Otro cambio importante, el fin del concierto por el que la Clínica Universidad de Navarra. Hasta hace tres años atendía a sus propios trabajadores que pasaron a ser pacientes de la sanidad publica.

Además, en este ámbito, el servicio de cocinas volvió a la titulariadad publica ante las protestas de los trabajadores de Mediterránea de Cátering que perdieron sus puestos de trabajo; y el despliegue del programa de detección del cáncer de colon se ha llevado a cabo con éxito de participación.

Casi al final de legislatura, la familia de Izan, el niño de Tudela con síndrome de Duchenn, consiguió que el departamento, tras varias negativas, diera finalmente el visto bueno al medicamento Ataluren que demandaban y que sí se administraba a niños enfermos en otras comundades.