Ferraz defiende la expulsión de Redondo

EFE
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María Jesús Montero justifica la aplicación de los mecanismos internos ante la actitud de un militante que tiene "un comportamiento no adecuado" y de "desprecio" al PSOE

Ferraz defiende la expulsión de Redondo - Foto: Gustavo Valiente Herrero

La dirección del PSOE defiende y justifica la expulsión del partido de Nicolás Redondo por su "desprecio" a las siglas socialistas, una decisión que sigue provocando el rechazo de exdirigentes de esta fuerza política que, como Felipe González, afirman no entender esa decisión.

Este viernes, un día después de hacerse pública la expulsión, ha sido la vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, quien ha puesto voz a los argumentos de la cúpula socialista.

En una entrevista en Radio Nacional ha subrayado que la participación en una organización política es voluntaria y supone que se aceptan las reglas internas.

"El señor Redondo lo que ha hecho de forma reiterada es una falta de respeto a las siglas de un partido centenario conformado por muchos militantes que cada día pelean por que los valores del socialismo se abran camino", ha añadido.

Ha justificado la aplicación de los mecanismos internos ante la actitud de un militante que tiene "un comportamiento no adecuado" y de "desprecio" al PSOE y ha dicho que se ha expulsado a Redondo siguiendo todos los procedimientos que permiten su defensa y la presentación de alegaciones.

Para ella eso es algo habitual, aunque cree que en este caso, por ser quien es el afectado, adquiere más notoriedad pública.

Frente a esos argumentos, antiguos dirigentes del PSOE han seguido criticando la decisión que ya rechazó la víspera el expresidente del Gobierno y ex secretario general socialista Felipe González.

González recordó que el padre del expulsado y ex secretario general de la UGT Nicolás Redondo convocó una huelga general siendo él presidente "y nunca se me ocurrió pensar -dijo- que eso se penalizaba con una expulsión".

También el expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra criticó la expulsión de Redondo subrayando sus años como líder socialista en Euskadi "cuando ETA mataba" y poniendo en valor su trabajo en el partido.

Este viernes, el exdiputado socialista Pedro Bofill se ha mostrado "sorprendido y apenado" por la expulsión y ha dicho que él lleva en el partido 45 años y nunca se había sentido limitado en su capacidad de expresión.

"Soy un progresista que ha luchado por la libertad en los tiempos más difíciles y me siento apenado por el hecho de que se quiera limitar esa libertad de expresión que en otros tiempos sí conocía", ha añadido.

La exdirigente socialista Elena Flores ha comentado que "la noticia de que un partido expulse a alguien nunca es buena noticia" y ha subrayado que Redondo es mucho más que alguien que ahora es crítico con la dirección del PSOE porque tiene una trayectoria que avala su lealtad a las siglas.

El rechazo ha sido expresado igualmente por el expresidente de la Comunidad de Madrid Joaquín Leguina.

"El caso de Nicolás es una barbaridad, ni siquiera han abierto un expediente. El PSOE no existe, existen unas siglas propiedad de Pedro Sánchez. Es una cacicada de mucho cuidado que está fuera de las normas", ha asegurado.

A su juicio, la expulsión ha sido para amenazar a otros que se atrevan también a discrepar, algo que ha rechazado de forma tajante María Jesús Montero.

Mientras la dirección actual del PSOE y exdirigentes del partido avivan sus diferencias por este asunto, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha insistido en sus críticas de la víspera a esta decisión en las que consideró que políticos como Redondo son necesarios para España.

Feijóo ha acusado este viernes a Sánchez de "silenciar a los que se rebelan" porque no entienden que en un mes el PSOE pase de decir que la amnistía no cabe en la Constitución a sostener lo contrario cuando ni la Carta Magna ha cambiado "ni el chantaje es distinto".

Desde las filas del PP; el presidente andaluz, Juanma Moreno, ha dicho que le apena la decisión adoptada contra Redondo, ha considerado que apagar las voces críticas es "mal síntoma" y ha advertido de que "el sanchismo lo está ocupando todo".