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Inquietante Anna Weyant

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La 'influencer' recala en el Museo Thyssen hasta el 12 de octubre con 26 obras que combinan la inocencia y el descaro femenino

Inquietante Anna Weyant

Una auténtica revolucionaria del universo artístico con tan solo 30 años. Así tilda la crítica a la canadiense Anna Weyant, que aterriza por primera vez en Madrid en el Museo Thyssen-Bornemisza con su primera exposición monográfica, la cual incluye un total de 26 lienzos y obras sobre el papel de las mujeres jóvenes, y que permanecerán en la pinacoteca madrileña hasta el 12 de octubre. Sus pinturas oscilan entre lo real y lo fantástico, lo cotidiano y lo onírico, además de que sus personajes parecen estar atrapados entre la infancia y la juventud.

Su iconografía retoma los géneros y las convenciones de la historia del arte desde una mirada contemporánea y remite tanto a la cultura popular estadounidense como a movimientos de la modernidad de entreguerras, como el surrealismo. Su estilo figurativo esta moldeado por la tradición y mira al pasado, pero también reflexiona sobre el presente, fusionando su técnica con un humor negro y una perspectiva feminista muy actual.

El valor de sus obras se ha incrementado con rapidez en la última década y tiene influencias que abarcan desde el Barroco hasta el arte de la primera mitad del siglo XX, períodos entre los que se enmarca este monográfico de la artista, afincada en Nueva York, interesada en la mujer en su etapa adolescente y adulta y en las naturalezas muertas.

Inquietante Anna WeyantInquietante Anna Weyant

Durante los últimos ocho años, la canadiense se ha interesado por las complejidades de la adolescencia femenina, por lo que sus personajes parecen vivir en un cuento de hadas o en una casa de muñecas, donde los objetos se muestran al borde del colapso: globos a medio inflar, lazos deshechos o flores casi marchitas.

Así, su ascenso meteórico en el mundo artístico se entiende por el sentido social de su obra, porque considera que algunas de las piezas expuestas reflejan lo que ha sido su vida, especialmente desde que se ha convertido en esa celebrity e influencer. Se le ha relacionado con el mundo de la moda, de la cultura, del cine hollywoodiense, etc. Su carrera se ha desarrollado desde hace muy poco, lo que le ha permitido hacer retratos para figuras muy conocidas. Por ejemplo, uno de los retratos que se muestran en Madrid es el de Kaia Gerber, la hija de Cindy Crawford.

Ambigua, pero divertida 

«Anna es una persona bastante misteriosa, reservada y enigmática. Por eso conecta con las generaciones jóvenes, quienes aprecian su obra porque es técnicamente admirable y fácil de entender a primera vista», declaró el asesor de arte de la galería Gagosian, Bernard Lagrange, institución que ayudó al museo español a organizar la muestra. «Anna tenía mucho interés en que la obra seleccionada surgiese del diálogo de esta exposición con las obras de la colección permanente», afirmó Lagrange, en referencia a las piezas de Mattia Preti, Magritte y Balthus, entre otros.

Inquietante Anna WeyantInquietante Anna Weyant

El director del Museo ThyssenBornemisza y comisario de la muestra, Guillermo Solana, calificó la obra de Weyant de «ambigua», una característica «esencial» que también ha extendido a la vida de la artista, porque sitúa a algunas mujeres de sus cuadros simulando un accidente en unas escaleras o sobre una caja de regalos durante una fiesta. «Quiere mostrar que nadie está exento de la amenaza de las caídas. Puedes estar vestida con Balenciaga y tener un resbalón y acabar en el lodo», indicó.

«Hay una cosa divertida en su pintura y es que tiene la anécdota como un valor moral y una lección de la que debemos aprender», remarcó Solana.