El Real Madrid no dio ayer espacio ninguno para la relajación y pasó por encima del Dreamland Gran Canaria (105-70) en su puesta en escena en el 'play-off' de la Liga Endesa de baloncesto, superando el centenar de puntos y con hasta siete jugadores acumulando dobles dígitos de valoración.

El bando insular era una piedra incómoda para el conjunto de Chus Mateo en su camino a la Final a Cuatro de la Euroliga en Berlín. Pese a ello, fue capaz de tomarle el pulso a la exigencia de un partido que venía envuelto en ambiente festivo, por la celebración en la capital de San Isidro y en la pista por la entrega del 'MVP' Movistar de la temporada regular al argentino Facundo Campazzo.

Sin embargo, el protagonismo durante la primera mitad no recayó en él sino en Musa y en Llull, que brillaron respectivamente en el primer y el segundo cuarto. Así, el bosnio se echó al equipo a la espalda para mirar cara a cara en el inicio a un rival valiente y acertado en el tiro, con cinco de cinco en canastas de dos y cinco de 10 en triples al descanso.

El balear recogió el testigo y dejó uno de sus arranques de genialidad en la siguiente decena de minutos, con 11 de los 19 puntos de los suyos y hasta tres triples consecutivos que sirvieron para abrir distancia, aunque no la suficiente como para dar por rendido al contrario.

Sí claudicó este en el arranque del tercer cuarto, cuando los de casa se pusieron en modo apisonadora y quebraron por completo el enfrentamiento con un imponente parcial de 20-3 a su favor, dejando decidido el partido a falta de 13 minutos para su finalización.